Para la autora, el proyecto debería hacerse en otros barrios de la ciudad donde la marca colonial no sea tan fuerte como en el área más antigua de Buenos Aires.
La conservación del patrimonio urbano no consiste en que un pedazo de ciudad “parezca” un centro histórico sino en que “sea un centro histórico”; no consiste en que sea bonito sino en que posea contenidos, no consiste en que tenga un relato o una evocación sino en que ese relato y esa evocación sean los de ese lugar y no los relatos o la evocación de otro sitio. Parece sencillo pero no siempre sucede.
De tanto en tanto aparece la noticia de que alguna calle de San Telmo u otro lugar histórico o el entorno de un monumento histórico, va a ser enrasado a la europea para generar una peatonal que seguramente tendrá postecitos y bolardos. Sucede que el Casco Histórico porteño y casi todos los cascos fundacionales de las ciudades de América Latina, no son las ciudades europeas ni las de Medio Oriente ni las del Norte africano, en las cuales las calles perdieron el uso de la diferenciación greco-latina de calzada y vereda al caer el Imperio Romano de Occidente e ingresar a la Edad Media.
“Ya nunca me verás cómo me vieras”, dice el poeta Homero Manzi y no hay nada más cierto que el hecho de que las ciudades nunca se volverán a ver como se vieron, pero también es cierto que los cambios arquitectónicos pueden guardar los rastros de otros tiempos e interpretar el pasado en vez de borrarlo. Toda arquitectura tiene un relato, incluso aquella que pretende no tenerlo. Existen importantes documentos internacionales aprobados por ICOMOS y UNESCO acerca de la identidad, como la Carta de Nara o de Burra que pueden consultarse.
La vuelta de San Lorenzo a Boedo disparó la discusión sobre el lugar de las canchas.
Antes que nada le advierto que yo soy cuervo pero también arquitecto. Eso para que no piense que le estoy hablando sólo con el corazón. “Lo que te quiero explicar –le digo con aire académico– es que existen peores lugares que el de avenida La Plata al 1700 para poner un estadio”. “Sí, peores debe haber –contragolpea ella–, pero que me hagan un estadio a la vuelta de casa no me causa ninguna gracia”. Marita es cuerva y vecina de Boedo, pero está muy preocupada por el proyecto de Restitución Histórica que intenta devolverle los terrenos del Viejo Gasómetro a San Lorenzo. Asegura que la mudanza del estadio del Bajo Flores a Boedo le va a cambiar la vida, pero para mal.
Casi sin oírla sigo con mi prédica racional: “Si te ponés a pensar un poco, hasta te diría que la ubicación del Viejo Gasómetro está buena”. Pero Marita no se convence, ella tiene sus propios argumentos. “Vos no entendés o no querés entender –salta–. Una cosa era el estadio viejo y otra uno nuevo. El fútbol de antes era una cosa y el de ahora otra. Cambiaron la gente, los hinchas y el barrio”. Ahí nomás pasa a enumerar los líos de Núñez cada vez que juega River o hay un recital. Habla de los embotellamientos y del abarrotamiento de autos mal estacionados. “Justamente –retruco a un toque–, Boedo tiene una excelente accesibilidad con muchas líneas de colectivos y dos de subte. Hay que dejar de pensar que los estadios deben ser para ir en auto, hay que volver al transporte público”. Marita no se queda muda ni un segundo, pero mientras vuelve a la carga empiezo a pensar en los peores lugares para hacer un estadio, como la Bombonera, que, sin embargo, es un símbolo fundamental del barrio y nadie quiere que lo demuelan para hacer un estadio más grande.
La iniciativa propone una mayor participación del Estado en la regulación del mercado. Dispone triplicar los impuestos de los inmuebles que estén desocupados durante más de un año, crea un registro de inmuebles y contratos y un fondo para financiar garantías y subsidios al que alquila por primera vez.
Un proyecto presentado en los últimos días en la Legislatura porteña pone en el centro del debate el tema de los alquileres en la Ciudad de Buenos Aires, un tema que afecta a unos 350 mil hogares porteños. La iniciativa pretende regular un mercado que se ha ido distorsionando de la mano de especulación inmobiliaria, en perjuicio de los inquilinos. La propuesta, si es aprobada, fijará el valor de los alquileres en no más de 0,7 por ciento del Valor Inmobiliario de Referencia (VIR), un coeficiente que utiliza la administración porteña para calcular la tasa de ABL; triplica la carga impositiva sobre los inmuebles que estén desocupados durante más de un año, con el fin de promover la oferta y con el dinero obtenido propone crear un fondo que será destinado a otorgar garantías en respaldo de las obligaciones de los inquilinos y a subsidiar hasta el 50 por ciento del contrato de las familias que nunca hayan alquilado un inmueble para vivienda.
El proyecto fue presentado por el diputado Aníbal Ibarra y cuenta con el respaldo de sus dos compañeras de bloque, Susana Rinaldi y María Elena Naddeo. En su articulado propone que los contratos de alquiler con destino a vivienda se realicen con un plazo mínimo de tres años; crea un Registro de Contratos y un Régimen de Protección al Inquilino y un Registro de Inmuebles, que funcionarán en el ámbito del Instituto de Vivienda de la Ciudad (IVC); dispone que las comisiones de las inmobiliarias no podrán superar el monto de un mes de alquiler, a ser pagado en partes iguales por propietario e inquilino, y crea dentro de la Defensoría del Pueblo un área para la protección y defensa de los intereses y derechos de los locatarios de inmuebles con destino a vivienda.
Expedientes bajo el agua, goteras de vieja data, ascensores que no funcionan y ausencia de matafuegos son apenas algunas de las falencias que a simple vista se detectan en el Edifico del Plata, el centro administrativo del gobierno porteño, situado a metros del Obelisco.
Las goteras que, desde hace por lo menos un año provocan grandes charcos en el tercer subsuelo, hacen que el agua caiga en un oscuro y húmedo ambiente, sobre cientos de expedientes de permisos de obras de construcción presentados por vecinos. Las carpetas se apilan como diarios viejos y dan toda la impresión de tener un irremediable destino hacia cestos de basura.
La escandalosa imagen de los archivos en ruinas del emblemático edificio porteño, conocido durante años por ser la tradicional dependencia donde se pagaban las multas de tránsito, es sólo una parte importante del problema.
En el documental “El rascacielos latino”, el director Sebastián Schindel investiga la conexión del Palacio Barolo con “La Divina Comedia” de Dante Alighieri y se cruza con todo tipo de intrigas en la Buenos Aires del Centenario, incluso un plan secreto para enterrar allí las cenizas del Dante. Se estrena el miércoles 21 en las nuevas salas del CC San Martín.
El arquitecto Carlos Hilger, que estudió los símbolos secretos del Palacio Barolo, asegura que la distribución del edificio está basada en la métrica de La Divina Comedia. En el pasaje central, el palacio cuenta con 9 bóvedas de acceso que representan el infierno –siempre según Hilger–, y los pisos superiores y la cúpula los siete niveles del purgatorio. Sobre el faro está la constelación de la Cruz del Sur, que se ve alineada con el eje del Palacio Barolo en los primeros días de junio. La altura del edificio es de 100 metros y 100 son los cantos de la obra de Dante; tiene 22 pisos, tantos como estrofas los versos de La Divina Comedia.
¿Pero cuánto hay de cierto en la relación entre el Palacio Barolo y la máxima obra de Dante Alighieri? Sebastián Schindel, un amante de la arquitectura y de la literatura clásica, decidió indagar sobre las enigmáticas figuras del empresario Luis Barolo y el arquitecto Mario Palanti, dos inmigrantes italianos que idearon el Palacio en 1918, se inauguró en 1923 y se convirtió en el edificio más alto de Buenos Aires.
Junto a su gran y heterogénea oferta de espectáculos, espacios de arte y museos, Buenos Aires ofrece también la posibilidad de realizar circuitos más focalizados, permitiendo gozar en forma más completa de las propuestas de algunos barrios en particular. Ubicados en el sur de la Ciudad, La Boca, San Telmo y Puerto Madero son un buen ejemplo y conforman un atractivo microcircuito por sitios novedosos como el MACBA y la Usina del Arte o con mayor popularidad como Caminito, en lo que dio en llamarse la Milla Cultural Sur. Veamos.
Museo de Arte Moderno de Buenos Aires (San Juan 350)
En San Telmo, atesora la producción argentina contemporánea de artes plásticas entre las décadas de 1940 y 1960. Incluye obras de concretistas, informalistas, neofigurativos y la Colección Ignacio Pirovano, junto con obras de las más destacadas firmas internacionales.
Puede visitarse de martes a viernes desde las 12 hasta las 19, y sábados y feriados desde las 11 hasta las 20.
Museo de Arte Contemporáneo Buenos Aires (MACBA) (San Juan 328)
También en San Telmo, a pocos metros del MAMBA, es uno de los espacios más nuevos de la Ciudad, fundado el 1 de septiembre de 2012 con el propósito de difundir expresiones artísticas actuales del escenario nacional e internacional. La colección contiene propuestas y posibilidades de nuevos lenguajes visuales, entre ellos el de la vanguardia de la abstracción geométrica, sobre todo latinoamericana. Se lo puede visitar de miércoles a lunes y feriados desde las 11 hasta las 19.
Museo del Humor (Avenida de Los Italianos 851)
Es otro sitio muy recomendable, en Puerto Madero, con material de humor gráfico argentino desde el siglo XIX hasta la actualidad, accesible en forma gratuita de lunes a miércoles. De lunes a viernes abre de 11 a 18, y sábados y feriados de 10 a 19.
La Usina del Arte (Pedro de Mendoza 501)
Ubicado en La Boca, concentra cada vez más actividad cultural. Se trata de un complejo reciclado, que ocupa 15.000 metros cuadrados y posee sala para conciertos filarmónicos, orquestas de cámaras, espectáculos de danza, exhibiciones de artes plásticas, muestras y exposiciones.
Museo al aire libre Caminito (Garibaldi, Aráoz y Magallanes)
Es un clásico de La Boca; reúne trabajos de artistas argentinos contemporáneos en general a través de temáticas relacionadas con el tango y el barrio de La Boca.
Teatro de la Ribera (Don Pedro de Mendoza 1821)
Posee una atractiva y variada cartelera, frente al Riachuelo.
Museo del Cine (Agustín Caffarena 49)
Es otro interesante espacio del barrio de San Telmo. Creado en 1971, apunta a la recuperación, preservación y catalogación de películas y documentación relativa al cine. Se lo puede visitar de lunes a viernes desde las 11 hasta las 18; y sábados y feriados de las 10 a las 19.
Fundación Proa (Pedro de Mendoza 1929)
Completa el panorama cultural de La Boca agrupando exhibiciones temporarias, seminarios, cursos, conferencias y conciertos, disponibles de martes a domingo de 11 a 19.
Fuente: Ambito
Link: http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=3911738663610602127#editor/target=post;postID=6410415669035168788
La Legislatura estudia una docena de proyectos para crear los tribunales de la vecindad, que funcionarían en los CGPC para intervenir en conflictos por medianeras, ruidos molestos o desalojos.
Denuncias por ruidos molestos, conflictos por una medianera, juicios sumarios por daños y perjuicios y hasta desalojos podrían simplificarse en la ciudad de Buenos Aires. Los vecinos podrán ir, sin necesidad de asistencia letrada y presentarse en su CGPC cuando tengan alguno de estos problemas ante los nuevos tribunales de la vecindad.
Aunque todavía no existen, la justicia porteña y los legisladores han comenzado a discutir seriamente la creación de estos nuevos tribunales para simplificar la resolución de problemas vecinales, así como descomprimir los estrados judiciales atestados de conflictos que podrían resolverse con una mediación, sin más trámite.
Hoy en la comisión de Justicia de la Legislatura porteña se trabaja en unos 12 proyectos del oficialismo y la oposición para poder unificar criterios.
Se construye en el dique 2 el Alvear Tower Puerto Madero. Tendrá 235 m, con sofisticados amenities. La inversión es de 130 millones de dólares.
En Buenos Aires se construye la que será la torre más alta de la Argentina en el dique 2 de Puerto Madero: tendrá 235 metros y en lo más alto de la torre habrá un roof para todos los propietarios, punto de encuentro desde donde se podrá contemplar la ciudad. "Alvear Tower Puerto Madero promete convertirse en un ícono impactante -un faro-, con características de diseño para esta estructura que tendrá 175 unidades y superficies de entre 100 y 500 m2. Por su altura podría contar con el equivalente a 70 pisos, pero en total serán 53 dado que la altura de las amplias unidades tendrán 3,30 metros de piso a techo", detalla Andrés Kalwill, director de nuevos proyectos del Grupo Alvear.
Las inundaciones que sufrieron distintos barrios de la Ciudad de Buenos Aires y de partidos del conurbano el pasado 29 de octubre se han convertido en un fenómeno recurrente cuando las lluvias superan promedios históricos, máxime si se combina con la temida sudestada que impide la normal desembocadura de distintos cursos de agua en el Río de la Plata. Este año, también el interior bonaerense está sufriendo las consecuencias de lluvias excepcionales.
Pero no todo se debe a las inclemencias naturales y a la falta de obras hídricas, sino que la deficiente planificación urbana en territorio bonaerense parece ser un factor determinante para que el agua se acumule afectando a miles de personas. Si bien el desarrollo urbanístico arrastra fallas de origen que hay que rastrear hasta el parcelamiento colonial, hay medidas que pueden tomarse para evitar que la urbanización continúe sin una planificación de mediano y largo plazo.
Unas 25 obras al mes llegan al taller de restauradores y artesanos; se gasta un millón de pesos en reparar destrozos
Algunos llegan sin manos, otros con la nariz rota o sin pies. Otros pierden sus armas en "batallas" en las que ni siquiera dan pelea. Es que los monumentos porteños son blanco del vandalismo sin tregua que los mutila y pinta una y otra vez. Y todos llegan allí, a ese taller escondido en los bosques de Palermo que funciona un singular "hospital" de estatuas.
Media docena de figuras blancas exhiben sus heridas en el jardín del departamento de Monumentos y Obras de Arte de la Ciudad (MOA). Sin dedos, sin brazos, con sus animales cercenados, muestran sin pudor un deterioro que nadie se explica.
No sólo el hecho de estar a la intemperie deja sus huellas. Estas estatuas son la imagen de un vandalismo que no se detiene y que le cuesta a la Ciudad un millón de pesos cada mes. "En 2011, tuvimos que gastar 14 millones de pesos para reparar los destrozos que dejó el vandalismo y este año, por cómo venimos, esa cifra podrá ser superada. Es mucha plata que podría ser destinada para otras cosas, pero lo más importante es fomentar un cambio cultural y que todos empecemos a cuidar lo nuestro", se quejó el ministro de Ambiente y Espacio Público, Diego Santilli.
Con obras en 25 de Mayo y San Martín, extienden la peatonalización. Los colectivos pasarán por las avenidas y habrá que caminar más. Los autos tendrán menos lugar, además de restricción horaria.
En un futuro cercano, el Microcentro porteño dejará de existir tal y como lo conocemos hasta ahora, dominado por autos y colectivos. Los especialistas en movilidad cuantifican: 70% máquinas, 30% humanos. El Microcentro que se viene priorizará a los peatones, expulsará a los ómnibus hacia las avenidas y desalentará los autos.
La peatonalización de Reconquista y Suipacha fue la punta de lanza de este proyecto y durante 2013 el Gobierno porteño promete intensificar las obras : 25 de Mayo y San Martín serán también peatonales (en la primera los trabajos ya arrancaron y en la segunda, lo harán mañana), se renovará Florida y se construirá el Metrobús sobre 9 de Julio.
Además continuarán funcionando dos medidas que, según cifras oficiales, fueron vitales: el programa de ordenamiento del tránsito –que obliga a los automovilistas a pedir autorización para entrar entre las 11 y las a 16– y de los autos oficiales. Con la primera lograron reducir en un 60% la cantidad de autos particulares dentro de esa franja horaria: de 15.000 a 6.150 en un lapso de 9 meses. Mientras que con la segunda medida, en 8 meses, acarrearon 301 autos y labraron 1.460 multas por mal estacionamiento.
El plan era mudar el gobierno porteño a los terrenos que lindan con el Borda. Pero una jueza paró el proyecto porque viola varias leyes de protección y no hubo estudio de impacto ambiental. Macri proyectaba usar esa obra monumental para su campaña en 2015.
Lo presentó como la obra emblema de su gestión en la Ciudad. El legado que pensaba dejar como jefe de Gobierno, camino a la presidencia. Mauricio Macri licitó sobre los terrenos que lindan con el Borda un monumental Centro Cívico que reuniría buena parte de las oficinas administrativas del gobierno porteño. Sin embargo, obvió en el camino que el lugar donde se emplazaría fue declarado Monumento Histórico Nacional. A raíz de esto, la jueza Patricia López Vergara ordenó parar los intentos de construcción de la obra hasta que resuelva un amparo que presentaron los delegados de los Talleres Protegidos del Borda. Un informe del defensor general adjunto Andrés Gallardo dejó en claro que una ley local también protege esos terrenos e incluso que hay yacimientos arqueológicos urbanos en la zona donde piensan construir. La decisión de la magistrada deja a la gestión PRO sin la obra más importante que tenían pensado presentar en las sucesivas campañas electorales y da por tierra con un formidable negocio inmobiliario.
A Buenos Aires le falta hacer por lo menos diez obras hidráulicas de importancia por más de 500 millones de dólares, aproximadamente, para evitar inundaciones. Según los especialistas, los drenajes pluviales construidos entre 1930 y 1940 son obsoletos frente al crecimiento habitacional y demográfico que evidenció la ciudad en las últimas décadas.
Además, la tropicalización del clima porteño, con precipitaciones abundantes en lapsos breves, como ocurrió el lunes pasado, cuando cayeron 73 milímetros en dos horas, obliga a realizar obras hidráulicas, principalmente, sobre los arroyos Maldonado, Vega, Medrano; en otras cinco cuencas, y en una veintena de desagües para ampliar la capacidad de escurrimiento del agua.
El mayor gasto de los administradores por mantenimiento de cuenta y otros cargos se trasladará a los copropietarios
A partir de enero de 2013 habrá que estar muy atento a la liquidación de expensas, puesto que puede que empiecen a llegar un poco más abultadas. Es que la resolución del gobierno de la ciudad de Buenos Aires que ordena que todos los consorcios de propietarios porteños bancaricen los depósitos de expensas y el pago a proveedores amenaza con aumentar los gastos de los administradores.
La norma, firmada por el secretario de Gestión Comunal y Atención Ciudadana, Eduardo Macchiavelli, obliga además al administrador a adjuntar en la liquidación electrónica de expensas copias digitalizadas de todas las facturas de la rendición, otro cambio que puede originar gastos extras.
Para la autora, el proyecto debería hacerse en otros barrios de la ciudad donde la marca colonial no sea tan fuerte como en el área más antigua de Buenos Aires.
La conservación del patrimonio urbano no consiste en que un pedazo de ciudad “parezca” un centro histórico sino en que “sea un centro histórico”; no consiste en que sea bonito sino en que posea contenidos, no consiste en que tenga un relato o una evocación sino en que ese relato y esa evocación sean los de ese lugar y no los relatos o la evocación de otro sitio. Parece sencillo pero no siempre sucede.
De tanto en tanto aparece la noticia de que alguna calle de San Telmo u otro lugar histórico o el entorno de un monumento histórico, va a ser enrasado a la europea para generar una peatonal que seguramente tendrá postecitos y bolardos. Sucede que el Casco Histórico porteño y casi todos los cascos fundacionales de las ciudades de América Latina, no son las ciudades europeas ni las de Medio Oriente ni las del Norte africano, en las cuales las calles perdieron el uso de la diferenciación greco-latina de calzada y vereda al caer el Imperio Romano de Occidente e ingresar a la Edad Media.
“Ya nunca me verás cómo me vieras”, dice el poeta Homero Manzi y no hay nada más cierto que el hecho de que las ciudades nunca se volverán a ver como se vieron, pero también es cierto que los cambios arquitectónicos pueden guardar los rastros de otros tiempos e interpretar el pasado en vez de borrarlo. Toda arquitectura tiene un relato, incluso aquella que pretende no tenerlo. Existen importantes documentos internacionales aprobados por ICOMOS y UNESCO acerca de la identidad, como la Carta de Nara o de Burra que pueden consultarse.
La vuelta de San Lorenzo a Boedo disparó la discusión sobre el lugar de las canchas.
Antes que nada le advierto que yo soy cuervo pero también arquitecto. Eso para que no piense que le estoy hablando sólo con el corazón. “Lo que te quiero explicar –le digo con aire académico– es que existen peores lugares que el de avenida La Plata al 1700 para poner un estadio”. “Sí, peores debe haber –contragolpea ella–, pero que me hagan un estadio a la vuelta de casa no me causa ninguna gracia”. Marita es cuerva y vecina de Boedo, pero está muy preocupada por el proyecto de Restitución Histórica que intenta devolverle los terrenos del Viejo Gasómetro a San Lorenzo. Asegura que la mudanza del estadio del Bajo Flores a Boedo le va a cambiar la vida, pero para mal.
Casi sin oírla sigo con mi prédica racional: “Si te ponés a pensar un poco, hasta te diría que la ubicación del Viejo Gasómetro está buena”. Pero Marita no se convence, ella tiene sus propios argumentos. “Vos no entendés o no querés entender –salta–. Una cosa era el estadio viejo y otra uno nuevo. El fútbol de antes era una cosa y el de ahora otra. Cambiaron la gente, los hinchas y el barrio”. Ahí nomás pasa a enumerar los líos de Núñez cada vez que juega River o hay un recital. Habla de los embotellamientos y del abarrotamiento de autos mal estacionados. “Justamente –retruco a un toque–, Boedo tiene una excelente accesibilidad con muchas líneas de colectivos y dos de subte. Hay que dejar de pensar que los estadios deben ser para ir en auto, hay que volver al transporte público”. Marita no se queda muda ni un segundo, pero mientras vuelve a la carga empiezo a pensar en los peores lugares para hacer un estadio, como la Bombonera, que, sin embargo, es un símbolo fundamental del barrio y nadie quiere que lo demuelan para hacer un estadio más grande.
La iniciativa propone una mayor participación del Estado en la regulación del mercado. Dispone triplicar los impuestos de los inmuebles que estén desocupados durante más de un año, crea un registro de inmuebles y contratos y un fondo para financiar garantías y subsidios al que alquila por primera vez.
Un proyecto presentado en los últimos días en la Legislatura porteña pone en el centro del debate el tema de los alquileres en la Ciudad de Buenos Aires, un tema que afecta a unos 350 mil hogares porteños. La iniciativa pretende regular un mercado que se ha ido distorsionando de la mano de especulación inmobiliaria, en perjuicio de los inquilinos. La propuesta, si es aprobada, fijará el valor de los alquileres en no más de 0,7 por ciento del Valor Inmobiliario de Referencia (VIR), un coeficiente que utiliza la administración porteña para calcular la tasa de ABL; triplica la carga impositiva sobre los inmuebles que estén desocupados durante más de un año, con el fin de promover la oferta y con el dinero obtenido propone crear un fondo que será destinado a otorgar garantías en respaldo de las obligaciones de los inquilinos y a subsidiar hasta el 50 por ciento del contrato de las familias que nunca hayan alquilado un inmueble para vivienda.
El proyecto fue presentado por el diputado Aníbal Ibarra y cuenta con el respaldo de sus dos compañeras de bloque, Susana Rinaldi y María Elena Naddeo. En su articulado propone que los contratos de alquiler con destino a vivienda se realicen con un plazo mínimo de tres años; crea un Registro de Contratos y un Régimen de Protección al Inquilino y un Registro de Inmuebles, que funcionarán en el ámbito del Instituto de Vivienda de la Ciudad (IVC); dispone que las comisiones de las inmobiliarias no podrán superar el monto de un mes de alquiler, a ser pagado en partes iguales por propietario e inquilino, y crea dentro de la Defensoría del Pueblo un área para la protección y defensa de los intereses y derechos de los locatarios de inmuebles con destino a vivienda.
Expedientes bajo el agua, goteras de vieja data, ascensores que no funcionan y ausencia de matafuegos son apenas algunas de las falencias que a simple vista se detectan en el Edifico del Plata, el centro administrativo del gobierno porteño, situado a metros del Obelisco.
Las goteras que, desde hace por lo menos un año provocan grandes charcos en el tercer subsuelo, hacen que el agua caiga en un oscuro y húmedo ambiente, sobre cientos de expedientes de permisos de obras de construcción presentados por vecinos. Las carpetas se apilan como diarios viejos y dan toda la impresión de tener un irremediable destino hacia cestos de basura.
La escandalosa imagen de los archivos en ruinas del emblemático edificio porteño, conocido durante años por ser la tradicional dependencia donde se pagaban las multas de tránsito, es sólo una parte importante del problema.
En el documental “El rascacielos latino”, el director Sebastián Schindel investiga la conexión del Palacio Barolo con “La Divina Comedia” de Dante Alighieri y se cruza con todo tipo de intrigas en la Buenos Aires del Centenario, incluso un plan secreto para enterrar allí las cenizas del Dante. Se estrena el miércoles 21 en las nuevas salas del CC San Martín.
El arquitecto Carlos Hilger, que estudió los símbolos secretos del Palacio Barolo, asegura que la distribución del edificio está basada en la métrica de La Divina Comedia. En el pasaje central, el palacio cuenta con 9 bóvedas de acceso que representan el infierno –siempre según Hilger–, y los pisos superiores y la cúpula los siete niveles del purgatorio. Sobre el faro está la constelación de la Cruz del Sur, que se ve alineada con el eje del Palacio Barolo en los primeros días de junio. La altura del edificio es de 100 metros y 100 son los cantos de la obra de Dante; tiene 22 pisos, tantos como estrofas los versos de La Divina Comedia.
¿Pero cuánto hay de cierto en la relación entre el Palacio Barolo y la máxima obra de Dante Alighieri? Sebastián Schindel, un amante de la arquitectura y de la literatura clásica, decidió indagar sobre las enigmáticas figuras del empresario Luis Barolo y el arquitecto Mario Palanti, dos inmigrantes italianos que idearon el Palacio en 1918, se inauguró en 1923 y se convirtió en el edificio más alto de Buenos Aires.
Junto a su gran y heterogénea oferta de espectáculos, espacios de arte y museos, Buenos Aires ofrece también la posibilidad de realizar circuitos más focalizados, permitiendo gozar en forma más completa de las propuestas de algunos barrios en particular. Ubicados en el sur de la Ciudad, La Boca, San Telmo y Puerto Madero son un buen ejemplo y conforman un atractivo microcircuito por sitios novedosos como el MACBA y la Usina del Arte o con mayor popularidad como Caminito, en lo que dio en llamarse la Milla Cultural Sur. Veamos.
Museo de Arte Moderno de Buenos Aires (San Juan 350)
En San Telmo, atesora la producción argentina contemporánea de artes plásticas entre las décadas de 1940 y 1960. Incluye obras de concretistas, informalistas, neofigurativos y la Colección Ignacio Pirovano, junto con obras de las más destacadas firmas internacionales.
Puede visitarse de martes a viernes desde las 12 hasta las 19, y sábados y feriados desde las 11 hasta las 20.
Museo de Arte Contemporáneo Buenos Aires (MACBA) (San Juan 328)
También en San Telmo, a pocos metros del MAMBA, es uno de los espacios más nuevos de la Ciudad, fundado el 1 de septiembre de 2012 con el propósito de difundir expresiones artísticas actuales del escenario nacional e internacional. La colección contiene propuestas y posibilidades de nuevos lenguajes visuales, entre ellos el de la vanguardia de la abstracción geométrica, sobre todo latinoamericana. Se lo puede visitar de miércoles a lunes y feriados desde las 11 hasta las 19.
Museo del Humor (Avenida de Los Italianos 851)
Es otro sitio muy recomendable, en Puerto Madero, con material de humor gráfico argentino desde el siglo XIX hasta la actualidad, accesible en forma gratuita de lunes a miércoles. De lunes a viernes abre de 11 a 18, y sábados y feriados de 10 a 19.
La Usina del Arte (Pedro de Mendoza 501)
Ubicado en La Boca, concentra cada vez más actividad cultural. Se trata de un complejo reciclado, que ocupa 15.000 metros cuadrados y posee sala para conciertos filarmónicos, orquestas de cámaras, espectáculos de danza, exhibiciones de artes plásticas, muestras y exposiciones.
Museo al aire libre Caminito (Garibaldi, Aráoz y Magallanes)
Es un clásico de La Boca; reúne trabajos de artistas argentinos contemporáneos en general a través de temáticas relacionadas con el tango y el barrio de La Boca.
Teatro de la Ribera (Don Pedro de Mendoza 1821)
Posee una atractiva y variada cartelera, frente al Riachuelo.
Museo del Cine (Agustín Caffarena 49)
Es otro interesante espacio del barrio de San Telmo. Creado en 1971, apunta a la recuperación, preservación y catalogación de películas y documentación relativa al cine. Se lo puede visitar de lunes a viernes desde las 11 hasta las 18; y sábados y feriados de las 10 a las 19.
Fundación Proa (Pedro de Mendoza 1929)
Completa el panorama cultural de La Boca agrupando exhibiciones temporarias, seminarios, cursos, conferencias y conciertos, disponibles de martes a domingo de 11 a 19.
Fuente: Ambito
Link: http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=3911738663610602127#editor/target=post;postID=6410415669035168788
La Legislatura estudia una docena de proyectos para crear los tribunales de la vecindad, que funcionarían en los CGPC para intervenir en conflictos por medianeras, ruidos molestos o desalojos.
Denuncias por ruidos molestos, conflictos por una medianera, juicios sumarios por daños y perjuicios y hasta desalojos podrían simplificarse en la ciudad de Buenos Aires. Los vecinos podrán ir, sin necesidad de asistencia letrada y presentarse en su CGPC cuando tengan alguno de estos problemas ante los nuevos tribunales de la vecindad.
Aunque todavía no existen, la justicia porteña y los legisladores han comenzado a discutir seriamente la creación de estos nuevos tribunales para simplificar la resolución de problemas vecinales, así como descomprimir los estrados judiciales atestados de conflictos que podrían resolverse con una mediación, sin más trámite.
Hoy en la comisión de Justicia de la Legislatura porteña se trabaja en unos 12 proyectos del oficialismo y la oposición para poder unificar criterios.
Se construye en el dique 2 el Alvear Tower Puerto Madero. Tendrá 235 m, con sofisticados amenities. La inversión es de 130 millones de dólares.
En Buenos Aires se construye la que será la torre más alta de la Argentina en el dique 2 de Puerto Madero: tendrá 235 metros y en lo más alto de la torre habrá un roof para todos los propietarios, punto de encuentro desde donde se podrá contemplar la ciudad. "Alvear Tower Puerto Madero promete convertirse en un ícono impactante -un faro-, con características de diseño para esta estructura que tendrá 175 unidades y superficies de entre 100 y 500 m2. Por su altura podría contar con el equivalente a 70 pisos, pero en total serán 53 dado que la altura de las amplias unidades tendrán 3,30 metros de piso a techo", detalla Andrés Kalwill, director de nuevos proyectos del Grupo Alvear.
Las inundaciones que sufrieron distintos barrios de la Ciudad de Buenos Aires y de partidos del conurbano el pasado 29 de octubre se han convertido en un fenómeno recurrente cuando las lluvias superan promedios históricos, máxime si se combina con la temida sudestada que impide la normal desembocadura de distintos cursos de agua en el Río de la Plata. Este año, también el interior bonaerense está sufriendo las consecuencias de lluvias excepcionales.
Pero no todo se debe a las inclemencias naturales y a la falta de obras hídricas, sino que la deficiente planificación urbana en territorio bonaerense parece ser un factor determinante para que el agua se acumule afectando a miles de personas. Si bien el desarrollo urbanístico arrastra fallas de origen que hay que rastrear hasta el parcelamiento colonial, hay medidas que pueden tomarse para evitar que la urbanización continúe sin una planificación de mediano y largo plazo.
Unas 25 obras al mes llegan al taller de restauradores y artesanos; se gasta un millón de pesos en reparar destrozos
Algunos llegan sin manos, otros con la nariz rota o sin pies. Otros pierden sus armas en "batallas" en las que ni siquiera dan pelea. Es que los monumentos porteños son blanco del vandalismo sin tregua que los mutila y pinta una y otra vez. Y todos llegan allí, a ese taller escondido en los bosques de Palermo que funciona un singular "hospital" de estatuas.
Media docena de figuras blancas exhiben sus heridas en el jardín del departamento de Monumentos y Obras de Arte de la Ciudad (MOA). Sin dedos, sin brazos, con sus animales cercenados, muestran sin pudor un deterioro que nadie se explica.
No sólo el hecho de estar a la intemperie deja sus huellas. Estas estatuas son la imagen de un vandalismo que no se detiene y que le cuesta a la Ciudad un millón de pesos cada mes. "En 2011, tuvimos que gastar 14 millones de pesos para reparar los destrozos que dejó el vandalismo y este año, por cómo venimos, esa cifra podrá ser superada. Es mucha plata que podría ser destinada para otras cosas, pero lo más importante es fomentar un cambio cultural y que todos empecemos a cuidar lo nuestro", se quejó el ministro de Ambiente y Espacio Público, Diego Santilli.
Con obras en 25 de Mayo y San Martín, extienden la peatonalización. Los colectivos pasarán por las avenidas y habrá que caminar más. Los autos tendrán menos lugar, además de restricción horaria.
En un futuro cercano, el Microcentro porteño dejará de existir tal y como lo conocemos hasta ahora, dominado por autos y colectivos. Los especialistas en movilidad cuantifican: 70% máquinas, 30% humanos. El Microcentro que se viene priorizará a los peatones, expulsará a los ómnibus hacia las avenidas y desalentará los autos.
La peatonalización de Reconquista y Suipacha fue la punta de lanza de este proyecto y durante 2013 el Gobierno porteño promete intensificar las obras : 25 de Mayo y San Martín serán también peatonales (en la primera los trabajos ya arrancaron y en la segunda, lo harán mañana), se renovará Florida y se construirá el Metrobús sobre 9 de Julio.
Además continuarán funcionando dos medidas que, según cifras oficiales, fueron vitales: el programa de ordenamiento del tránsito –que obliga a los automovilistas a pedir autorización para entrar entre las 11 y las a 16– y de los autos oficiales. Con la primera lograron reducir en un 60% la cantidad de autos particulares dentro de esa franja horaria: de 15.000 a 6.150 en un lapso de 9 meses. Mientras que con la segunda medida, en 8 meses, acarrearon 301 autos y labraron 1.460 multas por mal estacionamiento.
El plan era mudar el gobierno porteño a los terrenos que lindan con el Borda. Pero una jueza paró el proyecto porque viola varias leyes de protección y no hubo estudio de impacto ambiental. Macri proyectaba usar esa obra monumental para su campaña en 2015.
Lo presentó como la obra emblema de su gestión en la Ciudad. El legado que pensaba dejar como jefe de Gobierno, camino a la presidencia. Mauricio Macri licitó sobre los terrenos que lindan con el Borda un monumental Centro Cívico que reuniría buena parte de las oficinas administrativas del gobierno porteño. Sin embargo, obvió en el camino que el lugar donde se emplazaría fue declarado Monumento Histórico Nacional. A raíz de esto, la jueza Patricia López Vergara ordenó parar los intentos de construcción de la obra hasta que resuelva un amparo que presentaron los delegados de los Talleres Protegidos del Borda. Un informe del defensor general adjunto Andrés Gallardo dejó en claro que una ley local también protege esos terrenos e incluso que hay yacimientos arqueológicos urbanos en la zona donde piensan construir. La decisión de la magistrada deja a la gestión PRO sin la obra más importante que tenían pensado presentar en las sucesivas campañas electorales y da por tierra con un formidable negocio inmobiliario.
A Buenos Aires le falta hacer por lo menos diez obras hidráulicas de importancia por más de 500 millones de dólares, aproximadamente, para evitar inundaciones. Según los especialistas, los drenajes pluviales construidos entre 1930 y 1940 son obsoletos frente al crecimiento habitacional y demográfico que evidenció la ciudad en las últimas décadas.
Además, la tropicalización del clima porteño, con precipitaciones abundantes en lapsos breves, como ocurrió el lunes pasado, cuando cayeron 73 milímetros en dos horas, obliga a realizar obras hidráulicas, principalmente, sobre los arroyos Maldonado, Vega, Medrano; en otras cinco cuencas, y en una veintena de desagües para ampliar la capacidad de escurrimiento del agua.
El mayor gasto de los administradores por mantenimiento de cuenta y otros cargos se trasladará a los copropietarios
A partir de enero de 2013 habrá que estar muy atento a la liquidación de expensas, puesto que puede que empiecen a llegar un poco más abultadas. Es que la resolución del gobierno de la ciudad de Buenos Aires que ordena que todos los consorcios de propietarios porteños bancaricen los depósitos de expensas y el pago a proveedores amenaza con aumentar los gastos de los administradores.
La norma, firmada por el secretario de Gestión Comunal y Atención Ciudadana, Eduardo Macchiavelli, obliga además al administrador a adjuntar en la liquidación electrónica de expensas copias digitalizadas de todas las facturas de la rendición, otro cambio que puede originar gastos extras.