domingo, 24 de febrero de 2013

Especulaciones aparte


El Colegio de Escribanos de la Ciudad de Buenos Aires salió en todos los diarios este mes por su informe anual de actos escriturarios. En resumen, los escribanos avisaron que en 2012 hubo un 27 por ciento menos compras de inmuebles que en 2011 y que el nivel cayó al nivel de 1998, aunque es apenas superior al registrado en el mal año de 2009. Lo interesante es la explicación, casi unánime del bajón. Hace tres años no hubo mucho que discutir y la culpa fue de la recesión internacional después del estallido de la burbuja de Wall Street, que sembró cautela en los inversores del mundo entero. Este año, el culpable favorito es el cepo cambiario.
Es interesante que los propios implicados digan esto. Los controles al dólar afectan honestamente a los que juntan dinero para comprar la primera propiedad o mudarse a una mayor. Como la cotización sigue siendo obcecadamente en dólares y las pocas excepciones son emprendimientos a nuevo, más caros, esto es una verdadera dificultad para los más jóvenes o menos prósperos. Pero hay una gran cantidad de operaciones en las que el verdadero problema es ponerse de acuerdo en la cotización del dólar, si oficial o blue, o alguna cosa en el medio. El que no tiene dólares hace estos equilibrios y el que los tiene también, pero buscando ventajas.
Si esto suena especulativo es porque lo es y la cifra de caída, un cuarto de las operaciones, puede dar la medida del fenómeno: equivale a la cantidad de viviendas permanentes vacías que se calcula existen en nuestra Ciudad, que tiene el record nacional. Con lo que el informe del Colegio de Escribanos puede servir de indicio para saber cuánto del boom constructivo es un simple “estacionamiento” de dólares, declarados o no.
Si el fenómeno es permanente, el eje de la actividad puede cambiar. En lugar de tanto emprendimiento a escala, de millones de dólares, pueden prosperar los reciclados y las construcciones más chicas. Esto preservaría el patrimonio, la escala urbana y el empleo.
Fuente: Pagina 12
Link: http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/m2/10-2453-2013-02-23.html

sábado, 23 de febrero de 2013

El Pensador de Rodin, cercado con blindex por el vandalismo

A metros del Congreso, sufría pintadas y agresiones permanentes. La escultura es una de las tres originales del artista en el mundo. En la Ciudad dicen que no es lo ideal, pero así pueden preservarlo.


Finalmente el vandalismo le ganó la pulseada a “El Pensador” de Auguste Rodin. Después de sufrir pintadas durante años, el Gobierno porteño decidió proteger la célebre escultura con un vidrio de seguridad. Aunque aún faltan algunos detalles para terminar el trabajo, ya se puede ver la estructura que rodea a la estatua, ubicada en la Plaza Mariano Moreno, frente al Congreso. Se trata del segundo monumento en Buenos Aires protegido detrás de un blindex, el otro es la fuente de Las Nereidas, de Lola Mora, en el Costanera Sur. También una escultura que padeció mucho tiempo el vandalismo.

“El Pensador” fue creado por el artista francés en 1880 como parte del conjunto “Las puertas del infierno”, basado en “La divina comedia” de Dante. Rodin decía que ese hombre pensaba no sólo con el cerebro, sino con todo el cuerpo. Iba a ser colocado en un museo parisino que nunca se construyó. En 1906 el artista retomó la obra y fundió tres “pensadores” del mismo molde inicial, incluso con su firma. El entonces director del Museo Nacional de Bellas Artes, Eduardo Schiaffino, encargó a París una de ellas para colocarla en las escalinatas del Congreso. Y llegó a Buenos Aires en 1907.

jueves, 21 de febrero de 2013

Uno de cada cinco edificios no controló su fachada en 2012

Una ley les exige inspecciones periódicas a los de más de 10 años. Deben entregar un informe firmado por un experto. La Ciudad los sanciona, pero muchos consorcios dicen que los costos son muy altos.


Mejor prevenir que curar. El aforismo médico se aplica también a los inmuebles cuando se trata de evitar derrumbes. En la Ciudad, una ley de 1999 responsabiliza a los consorcios por el estado de las fachadas y les exige inspecciones periódicas. Aún así, en 2012, y a pesar de una serie de desprendimientos, un 20,2% de ellos no cumplió. El Gobierno porteño los sanciona, pero los consorcios dicen que no pueden afrontar los gastos y varios no conocen la norma. Desde la Defensoría del Pueblo, agregan que hay una cultura de no pagar.

De 312.282 parcelas porteñas, 239.694 están afectadas por la Ley 257, que establece un sistema de supervisión para inmuebles de más de 10 años. Obliga al consorcio a entregar uninforme técnico de un ingeniero, arquitecto o maestro mayor de obra, quien debe firmar un certificado de conservación o solicitar obras. Abarca todo lo externo, desde terrazas a balcones y ornamentos y, para edificios de perímetro libre o entre medianeras, laterales y contrafrente. Los de 10 a 21 años, deben hacerlo cada 10 años; de más de 21 a 34, cada 8; de más de 34 a 50, cada 6; de más de 50 a 71, cada 4; desde los 72, cada 2. Quedan afuera los de una planta, salvo con salientes.

miércoles, 20 de febrero de 2013

Historia de la estación Once, la terminal clonada

El edificio ubicado al frente de la Plaza Miserere surgió de la unión de dos construcciones idénticas.


La arquitectura de las estaciones terminales de trenes de Buenos Aires es verdaderamente deslumbrante. Por lo general tienen unos imponentes frentes palaciegos con sus grandes accesos, e inmensos halles donde están las boleterías, las esperas y toda una suerte de servicios complementarios. Y por detrás, casi escondidas, unas fantásticas y descomunales estructuras de hierro a donde llegan los trenes.

Las tres terminales me traen recuerdos de mi adolescencia. La de Constitución me transporta a las ansiadas vacaciones en Mar del Plata o a los interminables viajes al Sur cuando me iba de campamento; la de Retiro, me remonta a alguna escapada en “hora libre” a la casa de algún compañero del cole que vivía en zona Norte; la del Once, está asociada en mi memoria con esa primera salida a la matiné en una discoteca de Ramos Mejía. Y cada tanto me viene lo que nos contó la López de Carril (así llamábamos a la profe de Castellano de primer año): a las estaciones mucha gente del interior va a pasear, en busca de un cable con sus lugares de procedencia.

Bicis hasta en los tejados



La bici de la abuela, un diseño clásico de uso urbano fabricado con materiales de última generación, está de moda en Holanda. Los chicos la llevan de colores oscuros. Ellas, con grandes cestas y profusión de flores artificiales sujetas al manillar. Con más bicicletas (18 millones) que habitantes (16 millones), es uno de los modelos más visibles en las grandes ciudades de Holanda. En Ámsterdam, que suma 800.000 velocípedos de todas las épocas en el área metropolitana y otros 300.000 en el centro urbano, no son solo la imagen de marca de la capital. Tapizan calles y plazas por falta de espacio y se han convertido en un problema. Buscarle acomodo seguro a las 100.000 que no lo encuentran ahora no es fácil.

La ciudad es monumental, con un estrecho cinturón de canales, edificios del Siglo de Oro levantados sobre cimientos de arena y agua y compactos barrios del XIX. El Ayuntamiento lo ha probado todo: grandes recintos de pago en la superficie, subterráneos y barcos adaptados, o bien pequeños puestos callejeros. También, desde luego, los conocidos arcos de acero clavados en el suelo para sujetar la cadena de seguridad. El último grito es un aparcamiento automático en los tejados de las casas. Sí, ahí arriba.

domingo, 24 de febrero de 2013

Especulaciones aparte


El Colegio de Escribanos de la Ciudad de Buenos Aires salió en todos los diarios este mes por su informe anual de actos escriturarios. En resumen, los escribanos avisaron que en 2012 hubo un 27 por ciento menos compras de inmuebles que en 2011 y que el nivel cayó al nivel de 1998, aunque es apenas superior al registrado en el mal año de 2009. Lo interesante es la explicación, casi unánime del bajón. Hace tres años no hubo mucho que discutir y la culpa fue de la recesión internacional después del estallido de la burbuja de Wall Street, que sembró cautela en los inversores del mundo entero. Este año, el culpable favorito es el cepo cambiario.
Es interesante que los propios implicados digan esto. Los controles al dólar afectan honestamente a los que juntan dinero para comprar la primera propiedad o mudarse a una mayor. Como la cotización sigue siendo obcecadamente en dólares y las pocas excepciones son emprendimientos a nuevo, más caros, esto es una verdadera dificultad para los más jóvenes o menos prósperos. Pero hay una gran cantidad de operaciones en las que el verdadero problema es ponerse de acuerdo en la cotización del dólar, si oficial o blue, o alguna cosa en el medio. El que no tiene dólares hace estos equilibrios y el que los tiene también, pero buscando ventajas.
Si esto suena especulativo es porque lo es y la cifra de caída, un cuarto de las operaciones, puede dar la medida del fenómeno: equivale a la cantidad de viviendas permanentes vacías que se calcula existen en nuestra Ciudad, que tiene el record nacional. Con lo que el informe del Colegio de Escribanos puede servir de indicio para saber cuánto del boom constructivo es un simple “estacionamiento” de dólares, declarados o no.
Si el fenómeno es permanente, el eje de la actividad puede cambiar. En lugar de tanto emprendimiento a escala, de millones de dólares, pueden prosperar los reciclados y las construcciones más chicas. Esto preservaría el patrimonio, la escala urbana y el empleo.
Fuente: Pagina 12
Link: http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/m2/10-2453-2013-02-23.html

sábado, 23 de febrero de 2013

El Pensador de Rodin, cercado con blindex por el vandalismo

A metros del Congreso, sufría pintadas y agresiones permanentes. La escultura es una de las tres originales del artista en el mundo. En la Ciudad dicen que no es lo ideal, pero así pueden preservarlo.


Finalmente el vandalismo le ganó la pulseada a “El Pensador” de Auguste Rodin. Después de sufrir pintadas durante años, el Gobierno porteño decidió proteger la célebre escultura con un vidrio de seguridad. Aunque aún faltan algunos detalles para terminar el trabajo, ya se puede ver la estructura que rodea a la estatua, ubicada en la Plaza Mariano Moreno, frente al Congreso. Se trata del segundo monumento en Buenos Aires protegido detrás de un blindex, el otro es la fuente de Las Nereidas, de Lola Mora, en el Costanera Sur. También una escultura que padeció mucho tiempo el vandalismo.

“El Pensador” fue creado por el artista francés en 1880 como parte del conjunto “Las puertas del infierno”, basado en “La divina comedia” de Dante. Rodin decía que ese hombre pensaba no sólo con el cerebro, sino con todo el cuerpo. Iba a ser colocado en un museo parisino que nunca se construyó. En 1906 el artista retomó la obra y fundió tres “pensadores” del mismo molde inicial, incluso con su firma. El entonces director del Museo Nacional de Bellas Artes, Eduardo Schiaffino, encargó a París una de ellas para colocarla en las escalinatas del Congreso. Y llegó a Buenos Aires en 1907.

jueves, 21 de febrero de 2013

Uno de cada cinco edificios no controló su fachada en 2012

Una ley les exige inspecciones periódicas a los de más de 10 años. Deben entregar un informe firmado por un experto. La Ciudad los sanciona, pero muchos consorcios dicen que los costos son muy altos.


Mejor prevenir que curar. El aforismo médico se aplica también a los inmuebles cuando se trata de evitar derrumbes. En la Ciudad, una ley de 1999 responsabiliza a los consorcios por el estado de las fachadas y les exige inspecciones periódicas. Aún así, en 2012, y a pesar de una serie de desprendimientos, un 20,2% de ellos no cumplió. El Gobierno porteño los sanciona, pero los consorcios dicen que no pueden afrontar los gastos y varios no conocen la norma. Desde la Defensoría del Pueblo, agregan que hay una cultura de no pagar.

De 312.282 parcelas porteñas, 239.694 están afectadas por la Ley 257, que establece un sistema de supervisión para inmuebles de más de 10 años. Obliga al consorcio a entregar uninforme técnico de un ingeniero, arquitecto o maestro mayor de obra, quien debe firmar un certificado de conservación o solicitar obras. Abarca todo lo externo, desde terrazas a balcones y ornamentos y, para edificios de perímetro libre o entre medianeras, laterales y contrafrente. Los de 10 a 21 años, deben hacerlo cada 10 años; de más de 21 a 34, cada 8; de más de 34 a 50, cada 6; de más de 50 a 71, cada 4; desde los 72, cada 2. Quedan afuera los de una planta, salvo con salientes.

miércoles, 20 de febrero de 2013

Historia de la estación Once, la terminal clonada

El edificio ubicado al frente de la Plaza Miserere surgió de la unión de dos construcciones idénticas.


La arquitectura de las estaciones terminales de trenes de Buenos Aires es verdaderamente deslumbrante. Por lo general tienen unos imponentes frentes palaciegos con sus grandes accesos, e inmensos halles donde están las boleterías, las esperas y toda una suerte de servicios complementarios. Y por detrás, casi escondidas, unas fantásticas y descomunales estructuras de hierro a donde llegan los trenes.

Las tres terminales me traen recuerdos de mi adolescencia. La de Constitución me transporta a las ansiadas vacaciones en Mar del Plata o a los interminables viajes al Sur cuando me iba de campamento; la de Retiro, me remonta a alguna escapada en “hora libre” a la casa de algún compañero del cole que vivía en zona Norte; la del Once, está asociada en mi memoria con esa primera salida a la matiné en una discoteca de Ramos Mejía. Y cada tanto me viene lo que nos contó la López de Carril (así llamábamos a la profe de Castellano de primer año): a las estaciones mucha gente del interior va a pasear, en busca de un cable con sus lugares de procedencia.

Bicis hasta en los tejados



La bici de la abuela, un diseño clásico de uso urbano fabricado con materiales de última generación, está de moda en Holanda. Los chicos la llevan de colores oscuros. Ellas, con grandes cestas y profusión de flores artificiales sujetas al manillar. Con más bicicletas (18 millones) que habitantes (16 millones), es uno de los modelos más visibles en las grandes ciudades de Holanda. En Ámsterdam, que suma 800.000 velocípedos de todas las épocas en el área metropolitana y otros 300.000 en el centro urbano, no son solo la imagen de marca de la capital. Tapizan calles y plazas por falta de espacio y se han convertido en un problema. Buscarle acomodo seguro a las 100.000 que no lo encuentran ahora no es fácil.

La ciudad es monumental, con un estrecho cinturón de canales, edificios del Siglo de Oro levantados sobre cimientos de arena y agua y compactos barrios del XIX. El Ayuntamiento lo ha probado todo: grandes recintos de pago en la superficie, subterráneos y barcos adaptados, o bien pequeños puestos callejeros. También, desde luego, los conocidos arcos de acero clavados en el suelo para sujetar la cadena de seguridad. El último grito es un aparcamiento automático en los tejados de las casas. Sí, ahí arriba.