Tiempo de interrogantes
La posibilidad de que la operatoria inmobiliaria pase a concretarse en moneda nacional puso en alerta a todos los miembros del sector. El resultado, más incertidumbre
Hace apenas 10 días, una noticia sacudió aún más al ya de por sí golpeado mercado inmobiliario local. Por entonces, se supo de dos proyectos de ley que circulan dentro del Congreso Nacional y que impulsan que toda la operatoria comercial entre propiedades comience a realizarse en pesos.
Presentados por el diputado del Frente para la Victoria, Edgardo Depetri, y por el senador del Frente Amplio Progresista, Jaime Linares, ambos proyectos proponen realizar cambios en la redacción de los artículos 617 y 619 del Código Civil -vigentes desde la ley de convertibilidad- y que a partir de su sanción todos los contratos, acuerdos y convenciones para el alquiler, compra y venta de bienes muebles e inmuebles se concreten en moneda de curso legal ; lo mismo ocurre con las locaciones o arrendamientos. También, y en especial en la propuesta de Linares, se plantean cambios en las leyes de lealtad comercial y de defensa del consumidor para que toda la oferta de bienes muebles e inmuebles sea ofrecida y publicitada en moneda de curso legal .
Y pese a las declaraciones de varios miembros del gobierno nacional, que en los últimos días y en diversos ámbitos salieron a negar esta posibilidad, un interrogante quedó flotando en el sector: ¿qué podría pasar si, efectivamente, el mercado inmobiliario se pesificara?
Las opiniones entre operadores, desarrolladores y directivos del sector son diversas. Armando Pepe, titular del Servicio de Ofertas Múltiples (SOM), fue optimista: "Estoy convencido de que el mercado no se va a pesificar. Pienso que las últimas declaraciones del ministro de Justicia, Julio Alak, en las que asegura que no se realizará ningún tipo de pesificación, fueron muy acertadas, ya que sirvieron para traer un poco de tranquilidad al mercado. Incluso, habló de la plena vigencia de la ley y que más allá de las modificaciones que se le puedan realizar al Código Civil (cambios que me parecen acertados) defendió la letra original que estipula que los contratos se arreglan entre las partes. Por eso, no veo posible que se pueda realizar una pesificación de la economía de tipo militarizada y de un día para otro, sobre todo si tenemos en cuenta la tasa de inflación que tenemos hoy".
Por su parte, Roberto Tizado, de Tizado Propiedades, expresó que "si el Gobierno aprueba esas modificaciones, el mercado tendrá que adaptarse obligatoriamente, ya que será un riesgo para las partes hacerlo en una moneda que no sea la de curso legal. Claro que para poder hablar de una pesificación concreta sería necesario que se dieran ciertas condiciones económicas, como una inflación controlada, ya que sin inflación el mercado no tendría inconvenientes en aceptar la pesificación; además, renacería nuevamente el crédito".
Horacio Mieres, director de Mieres Propiedades, tuvo otra visión: "El gobierno nacional, en su afán por evitar la palabra dólar, puede hacer cualquier cosa. Creo que si concretara esta iniciativa sería un gran error". En cambio, Roberto Ledo, titular de la firma Bullrich, considera que la pesificación sería una buena medida siempre y cuando el contexto económico se adecue: "Me parecería bien si tuviéramos una inflación controlada que nos permitiera que nuestra moneda se mantuviera estable y sin deterioros", dijo.
Alejandra Covello, de Covello Propiedades, profundizó: "En este intento por pesificar la economía, las políticas recientemente aplicadas han bloqueado al mercado inmobiliario llevándolo a un callejón sin salida. Hasta no hace mucho, si bien las operaciones inmobiliarias se realizaban en dólares billete, se aceptaban pesos dado que rápidamente éstos podían convertirse en dólares sin mayores costos e inconvenientes. Este escenario en el que se encuentra la industria de las industrias no es más que un espejo de la incertidumbre general que provoca la falta de previsión, la inexistencia de un análisis de las consecuencias de cada una de las políticas aplicadas y de una administración absolutamente oportunista que ensaya remedios que terminan siendo peores que la enfermedad".
Siguiendo en el terreno de los supuestos, surge otra pregunta obligada: ¿cómo afectaría al mercado la pesificación? Fabián Lusarreta, director de Ribera Desarrollos, hizo una diferenciación válida: "Sin duda, esta medida podría afectar exclusivamente al mercado de usados en cuanto a cómo se podrían aplicar estas modificaciones, ya que cuando se trata de emprendimientos nuevos la mayor parte de la operatoria hoy ya se realiza en pesos. Por eso, creo que el mercado se podría adaptar a los pesos y no se deberían generar demasiados inconvenientes".
Pepe tiene una visión crítica: "Creo que la reacción del 99% de los vendedores será la de retirar las unidades del mercado, porque nadie va a querer vender una propiedad con un dólar oficial a 4,5 pesos y uno paralelo a 6 o más pesos. Yo creo que se puede pesificar la economía pero sólo si existe un plan económico a cinco o seis años, que apunte a bajar la inflación real, al achicamiento del gasto público y demás. Creo que esa sería la única forma en que se puede hacer".
Carlos Lascano Pizarro, director ejecutivo de la Camara Empresarial de Desarrollistas Urbanos de Cordoba (Ceduc), cree que "se presenta un escenario de poco movimiento, con una importante baja en oferta lo que probablemente hará que los precios no se muevan.. Indudablemente que quien tiene dólares en momentos de incertidumbre y si no tiene apuro esperará para comprar o vender su propiedad. El usuario final quizás haga negocio cambiando en blue y comprando en pesos".
Mieres, en tanto, vislumbra "un escenario totalmente nuevo" y cree que "es muy difícil saber cuáles serían las consecuencias ciertas". Y explica: "En los últimos 30 años, con devaluaciones de por medio, el mercado siempre operó en dólares debiendo ajustarse a las realidades del momento. Hoy podemos tener algunas propuestas que pueden ofrecerse en pesos -edificios en construcción o emprendimientos de terrenos- por lo que las casas o departamentos construidos serían los más perjudicados."
Coincide Tizado y agrega que "esto, seguramente, va a complicar más al mercado, debido a que mucha de la oferta será retirada ya que mucha gente no querrá quedarse con pesos en el sistema bancario y menos con la inflación existente; sería muy distinto si los índices de inflación disminuyeran drásticamente". Y tambien Ledo, que opina que "si tuviéramos una moneda estable, como pasa en otros países, el mercado actuaría con normalidad".
Covello agrega: "Un mercado que no encuentra un parámetro de medida estandarizado, en el que el peso sólo puede resguardarse con una tasa del 8% frente a una inflación del 25%, o un dólar que tiene al menos tres cotizaciones diferentes, es un mercado imposibilitado de funcionar. Una prueba de esto es la fuerte caída de más del 25% que sufrieron las escrituras en abril de este año comparadas con abril de 2011. Si consideramos que las operaciones inmobiliarias llevan en promedio entre 60 y 90 días, es de esperar que para junio y julio esta caída sea aún mayor, ya que gran parte de las operaciones de abril se generaron antes de las medidas que han llevado al mercado a esta situación".
Reacomodarse
Y también surgen dudas sobre cómo podría responder el mercado a futuro. Ledo sostiene que "las propiedades siguen y seguirán siendo la inversión más segura, ya que su valor no se deteriora y brinda renta (en los últimos años se ha valorizado en pesos y en cualquier otra moneda con que la comparemos). Este no es un mercado burbuja ; este mercado creció, por el ahorro de los argentinos y creo que en condiciones de estabilidad y serenidad es el único que genera confiabilidad".
Tizado, en tanto, explica que "seguramente el mercado se adaptará a la nueva realidad. Para el que quiera vender una propiedad y comprar dólares, se podrá cerrar alguna operación escriturando y cerrando al mismo tiempo de forma simultánea la compra de dólares. El mercado se irá distendiendo de a poco y de forma gradual: estará complicado en el corto plazo hasta que se vaya adaptando a la nueva realidad en el mediano plazo". Mieres cree que "a pesar de todo lo que el Gobierno ha dicho y hecho, el mercado acomodará sus piezas para operar normalmente; de hecho, hoy está más tranquilo que hace dos meses".
Fuente: La Nacion
Link: http://www.lanacion.com.ar/1482388-tiempo-de-interrogantes
Tiempo de interrogantes
La posibilidad de que la operatoria inmobiliaria pase a concretarse en moneda nacional puso en alerta a todos los miembros del sector. El resultado, más incertidumbre
Hace apenas 10 días, una noticia sacudió aún más al ya de por sí golpeado mercado inmobiliario local. Por entonces, se supo de dos proyectos de ley que circulan dentro del Congreso Nacional y que impulsan que toda la operatoria comercial entre propiedades comience a realizarse en pesos.
Presentados por el diputado del Frente para la Victoria, Edgardo Depetri, y por el senador del Frente Amplio Progresista, Jaime Linares, ambos proyectos proponen realizar cambios en la redacción de los artículos 617 y 619 del Código Civil -vigentes desde la ley de convertibilidad- y que a partir de su sanción todos los contratos, acuerdos y convenciones para el alquiler, compra y venta de bienes muebles e inmuebles se concreten en moneda de curso legal ; lo mismo ocurre con las locaciones o arrendamientos. También, y en especial en la propuesta de Linares, se plantean cambios en las leyes de lealtad comercial y de defensa del consumidor para que toda la oferta de bienes muebles e inmuebles sea ofrecida y publicitada en moneda de curso legal .
Y pese a las declaraciones de varios miembros del gobierno nacional, que en los últimos días y en diversos ámbitos salieron a negar esta posibilidad, un interrogante quedó flotando en el sector: ¿qué podría pasar si, efectivamente, el mercado inmobiliario se pesificara?
Las opiniones entre operadores, desarrolladores y directivos del sector son diversas. Armando Pepe, titular del Servicio de Ofertas Múltiples (SOM), fue optimista: "Estoy convencido de que el mercado no se va a pesificar. Pienso que las últimas declaraciones del ministro de Justicia, Julio Alak, en las que asegura que no se realizará ningún tipo de pesificación, fueron muy acertadas, ya que sirvieron para traer un poco de tranquilidad al mercado. Incluso, habló de la plena vigencia de la ley y que más allá de las modificaciones que se le puedan realizar al Código Civil (cambios que me parecen acertados) defendió la letra original que estipula que los contratos se arreglan entre las partes. Por eso, no veo posible que se pueda realizar una pesificación de la economía de tipo militarizada y de un día para otro, sobre todo si tenemos en cuenta la tasa de inflación que tenemos hoy".
Por su parte, Roberto Tizado, de Tizado Propiedades, expresó que "si el Gobierno aprueba esas modificaciones, el mercado tendrá que adaptarse obligatoriamente, ya que será un riesgo para las partes hacerlo en una moneda que no sea la de curso legal. Claro que para poder hablar de una pesificación concreta sería necesario que se dieran ciertas condiciones económicas, como una inflación controlada, ya que sin inflación el mercado no tendría inconvenientes en aceptar la pesificación; además, renacería nuevamente el crédito".
Horacio Mieres, director de Mieres Propiedades, tuvo otra visión: "El gobierno nacional, en su afán por evitar la palabra dólar, puede hacer cualquier cosa. Creo que si concretara esta iniciativa sería un gran error". En cambio, Roberto Ledo, titular de la firma Bullrich, considera que la pesificación sería una buena medida siempre y cuando el contexto económico se adecue: "Me parecería bien si tuviéramos una inflación controlada que nos permitiera que nuestra moneda se mantuviera estable y sin deterioros", dijo.
Alejandra Covello, de Covello Propiedades, profundizó: "En este intento por pesificar la economía, las políticas recientemente aplicadas han bloqueado al mercado inmobiliario llevándolo a un callejón sin salida. Hasta no hace mucho, si bien las operaciones inmobiliarias se realizaban en dólares billete, se aceptaban pesos dado que rápidamente éstos podían convertirse en dólares sin mayores costos e inconvenientes. Este escenario en el que se encuentra la industria de las industrias no es más que un espejo de la incertidumbre general que provoca la falta de previsión, la inexistencia de un análisis de las consecuencias de cada una de las políticas aplicadas y de una administración absolutamente oportunista que ensaya remedios que terminan siendo peores que la enfermedad".
Siguiendo en el terreno de los supuestos, surge otra pregunta obligada: ¿cómo afectaría al mercado la pesificación? Fabián Lusarreta, director de Ribera Desarrollos, hizo una diferenciación válida: "Sin duda, esta medida podría afectar exclusivamente al mercado de usados en cuanto a cómo se podrían aplicar estas modificaciones, ya que cuando se trata de emprendimientos nuevos la mayor parte de la operatoria hoy ya se realiza en pesos. Por eso, creo que el mercado se podría adaptar a los pesos y no se deberían generar demasiados inconvenientes".
Pepe tiene una visión crítica: "Creo que la reacción del 99% de los vendedores será la de retirar las unidades del mercado, porque nadie va a querer vender una propiedad con un dólar oficial a 4,5 pesos y uno paralelo a 6 o más pesos. Yo creo que se puede pesificar la economía pero sólo si existe un plan económico a cinco o seis años, que apunte a bajar la inflación real, al achicamiento del gasto público y demás. Creo que esa sería la única forma en que se puede hacer".
Carlos Lascano Pizarro, director ejecutivo de la Camara Empresarial de Desarrollistas Urbanos de Cordoba (Ceduc), cree que "se presenta un escenario de poco movimiento, con una importante baja en oferta lo que probablemente hará que los precios no se muevan.. Indudablemente que quien tiene dólares en momentos de incertidumbre y si no tiene apuro esperará para comprar o vender su propiedad. El usuario final quizás haga negocio cambiando en blue y comprando en pesos".
Mieres, en tanto, vislumbra "un escenario totalmente nuevo" y cree que "es muy difícil saber cuáles serían las consecuencias ciertas". Y explica: "En los últimos 30 años, con devaluaciones de por medio, el mercado siempre operó en dólares debiendo ajustarse a las realidades del momento. Hoy podemos tener algunas propuestas que pueden ofrecerse en pesos -edificios en construcción o emprendimientos de terrenos- por lo que las casas o departamentos construidos serían los más perjudicados."
Coincide Tizado y agrega que "esto, seguramente, va a complicar más al mercado, debido a que mucha de la oferta será retirada ya que mucha gente no querrá quedarse con pesos en el sistema bancario y menos con la inflación existente; sería muy distinto si los índices de inflación disminuyeran drásticamente". Y tambien Ledo, que opina que "si tuviéramos una moneda estable, como pasa en otros países, el mercado actuaría con normalidad".
Covello agrega: "Un mercado que no encuentra un parámetro de medida estandarizado, en el que el peso sólo puede resguardarse con una tasa del 8% frente a una inflación del 25%, o un dólar que tiene al menos tres cotizaciones diferentes, es un mercado imposibilitado de funcionar. Una prueba de esto es la fuerte caída de más del 25% que sufrieron las escrituras en abril de este año comparadas con abril de 2011. Si consideramos que las operaciones inmobiliarias llevan en promedio entre 60 y 90 días, es de esperar que para junio y julio esta caída sea aún mayor, ya que gran parte de las operaciones de abril se generaron antes de las medidas que han llevado al mercado a esta situación".
Reacomodarse
Y también surgen dudas sobre cómo podría responder el mercado a futuro. Ledo sostiene que "las propiedades siguen y seguirán siendo la inversión más segura, ya que su valor no se deteriora y brinda renta (en los últimos años se ha valorizado en pesos y en cualquier otra moneda con que la comparemos). Este no es un mercado burbuja ; este mercado creció, por el ahorro de los argentinos y creo que en condiciones de estabilidad y serenidad es el único que genera confiabilidad".
Tizado, en tanto, explica que "seguramente el mercado se adaptará a la nueva realidad. Para el que quiera vender una propiedad y comprar dólares, se podrá cerrar alguna operación escriturando y cerrando al mismo tiempo de forma simultánea la compra de dólares. El mercado se irá distendiendo de a poco y de forma gradual: estará complicado en el corto plazo hasta que se vaya adaptando a la nueva realidad en el mediano plazo". Mieres cree que "a pesar de todo lo que el Gobierno ha dicho y hecho, el mercado acomodará sus piezas para operar normalmente; de hecho, hoy está más tranquilo que hace dos meses".
Fuente: La Nacion
Link: http://www.lanacion.com.ar/1482388-tiempo-de-interrogantes
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