Inversiones en miniturismo
Chascomús, Tandil, Lobos y Balcarce son plazas muy atractivas para desarrollos turísticos. Los terrenos son más baratos que en la Costa Atlántica y se construyen desde aparts hasta hostels.
Tienen lagunas, cascos históricos y paisajes que atraen a los porteños cada fin de semana largo. Además, aseguran una temporada más larga que la de la Costa Atlántica, y están más cerca. Chascomús, Tandil, Lobos y Balcarce son plazas muy atractivas para desarrollos turísticos.
Los terrenos más caros en Chascomús son los que tienen frente a la laguna. Allí, el m2 de tierra cuesta un promedio US$ 350. El retorno es bueno, y la oferta de actividades náuticas y de pesca atrae visitantes todo el año. Construir un complejo de cuatro cabañas, de unos 60 m2 cada una, en un terreno de 800 m2, supone una inversión de US$ 476.000. La suma incluye el terreno (US$ 280 mil) y una obra estándar (US$ 196 mil). Canale aclara que los costos de construcción que maneja la ciudad oscilan entre 500 y 1.000 US$/m2, según el tipo de construcción. En el casco histórico de la ciudad todavía quedan antiguas casonas y la tendencia es reciclarlas y convertirlas en hosterías y hostels. La tipología va dirigida al turismo de relax, por lo que a los costos de poner en condiciones las propiedades hay que agregarle la instalación de un área de spa, con piscina y jacuzzi. Una propiedad de este tipo puede costar entre US$ 150 mil y US$ 200 mil. La ciudad tiene algunas zonas en donde todavía se consiguen oportunidades. Barrios como Parque Girado, Lomas Altas y la Concordia, típicos de casaquintas, están a unas cuadras de la laguna y el m2 de tierra se cotiza entre US$ 50 y US$ 100.
La moda del turismo de relax le está ganando la parada a la pesca en Lobos. Y está en la mira de desarrollistas y brokers, porque tiene un público más gastador que el de los pescadores. Además no está ligado a la estacionalidad de la laguna. “A veces la oportunidad está a unas 15 cuadras de la laguna, en un terreno que permita visitarla pero no atarse a ella, porque en los meses que no tiene agua es más difícil llenar todo el complejo si está justo enfrente”, recomienda Fernando Blanco, de Blanco Propiedades. El centro asegura escapadas náuticas, pero también de turismo rural. “La gente que bien acá quiere verde –dice el broker–. Los complejos sí o sí tienen que tener un buen parque”. La recomendación, entonces, es comprar lotes de no menos de 1 hectárea. “Se usa construir hasta seis lofts de unos 50 m2, con a lo sumo una habitación, parrilla y un buen parque con juegos y pileta en común. Como una quinta, pero en un complejo”, asegura Blanco.
Un terreno de 1 hectárea en el pueblo cuesta entre US$ 40 mil y US$ 50 mil. Agregarle cuatro lofts, suma otros US$ 180 mil. Antes de embarcarse, conviene asesorarse. Una norma municipal reciente limitó la cantidad de unidades por complejo en determinadas zonas.
Balcarce combina el atractivo de las sierras con la náutica y el automovilismo. “Es una ciudad con proyección internacional, a partir de lo turístico y de lo deportivo”, asegura Miguel Vitali, director comercial del grupo Pampa Urbana con varios desarrollos en la zona. El aumento de emprendimientos turísticos y el buen momento del campo dispararon además desarrollos comerciales también temáticos, como el Fangio Sport. La zona serrana y los alrededores de la laguna La Brava son los sitios ideales para desarrollos turísticos. “Lo que más se construye son cabañas y también pequeñas hosterías”, explica Daniel Piedra, de Piedra Propiedades. El costo de la tierra ronda los 90 US$/m2. El costo de un complejo de seis cabañas en un terreno de 1 hectárea, puede rondar los US$ 580 mil (el terreno y la obra).
Tandil es otro clásico del miniturismo. Tiene el atractivo de las sierras y la cercanía con Mar del Plata. “Las cabañas son la tipología turística más elegida”, explica Guillermo Bértoli, de Bértoli Desarrollos Inmobiliarios, con casi cuatro décadas en el mercado local. Un buen lote puede llegar a los US$ 300 mil y el costo de obra de un complejo de cuatro cabañas, otros US$ 200 mil.
Fuente: Arq / Clarin
Inversiones en miniturismo
Chascomús, Tandil, Lobos y Balcarce son plazas muy atractivas para desarrollos turísticos. Los terrenos son más baratos que en la Costa Atlántica y se construyen desde aparts hasta hostels.
Tienen lagunas, cascos históricos y paisajes que atraen a los porteños cada fin de semana largo. Además, aseguran una temporada más larga que la de la Costa Atlántica, y están más cerca. Chascomús, Tandil, Lobos y Balcarce son plazas muy atractivas para desarrollos turísticos.
Los terrenos más caros en Chascomús son los que tienen frente a la laguna. Allí, el m2 de tierra cuesta un promedio US$ 350. El retorno es bueno, y la oferta de actividades náuticas y de pesca atrae visitantes todo el año. Construir un complejo de cuatro cabañas, de unos 60 m2 cada una, en un terreno de 800 m2, supone una inversión de US$ 476.000. La suma incluye el terreno (US$ 280 mil) y una obra estándar (US$ 196 mil). Canale aclara que los costos de construcción que maneja la ciudad oscilan entre 500 y 1.000 US$/m2, según el tipo de construcción. En el casco histórico de la ciudad todavía quedan antiguas casonas y la tendencia es reciclarlas y convertirlas en hosterías y hostels. La tipología va dirigida al turismo de relax, por lo que a los costos de poner en condiciones las propiedades hay que agregarle la instalación de un área de spa, con piscina y jacuzzi. Una propiedad de este tipo puede costar entre US$ 150 mil y US$ 200 mil. La ciudad tiene algunas zonas en donde todavía se consiguen oportunidades. Barrios como Parque Girado, Lomas Altas y la Concordia, típicos de casaquintas, están a unas cuadras de la laguna y el m2 de tierra se cotiza entre US$ 50 y US$ 100.
La moda del turismo de relax le está ganando la parada a la pesca en Lobos. Y está en la mira de desarrollistas y brokers, porque tiene un público más gastador que el de los pescadores. Además no está ligado a la estacionalidad de la laguna. “A veces la oportunidad está a unas 15 cuadras de la laguna, en un terreno que permita visitarla pero no atarse a ella, porque en los meses que no tiene agua es más difícil llenar todo el complejo si está justo enfrente”, recomienda Fernando Blanco, de Blanco Propiedades. El centro asegura escapadas náuticas, pero también de turismo rural. “La gente que bien acá quiere verde –dice el broker–. Los complejos sí o sí tienen que tener un buen parque”. La recomendación, entonces, es comprar lotes de no menos de 1 hectárea. “Se usa construir hasta seis lofts de unos 50 m2, con a lo sumo una habitación, parrilla y un buen parque con juegos y pileta en común. Como una quinta, pero en un complejo”, asegura Blanco.
Un terreno de 1 hectárea en el pueblo cuesta entre US$ 40 mil y US$ 50 mil. Agregarle cuatro lofts, suma otros US$ 180 mil. Antes de embarcarse, conviene asesorarse. Una norma municipal reciente limitó la cantidad de unidades por complejo en determinadas zonas.
Balcarce combina el atractivo de las sierras con la náutica y el automovilismo. “Es una ciudad con proyección internacional, a partir de lo turístico y de lo deportivo”, asegura Miguel Vitali, director comercial del grupo Pampa Urbana con varios desarrollos en la zona. El aumento de emprendimientos turísticos y el buen momento del campo dispararon además desarrollos comerciales también temáticos, como el Fangio Sport. La zona serrana y los alrededores de la laguna La Brava son los sitios ideales para desarrollos turísticos. “Lo que más se construye son cabañas y también pequeñas hosterías”, explica Daniel Piedra, de Piedra Propiedades. El costo de la tierra ronda los 90 US$/m2. El costo de un complejo de seis cabañas en un terreno de 1 hectárea, puede rondar los US$ 580 mil (el terreno y la obra).
Tandil es otro clásico del miniturismo. Tiene el atractivo de las sierras y la cercanía con Mar del Plata. “Las cabañas son la tipología turística más elegida”, explica Guillermo Bértoli, de Bértoli Desarrollos Inmobiliarios, con casi cuatro décadas en el mercado local. Un buen lote puede llegar a los US$ 300 mil y el costo de obra de un complejo de cuatro cabañas, otros US$ 200 mil.
Fuente: Arq / Clarin
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