lunes, 27 de febrero de 2012

Enrique García Espil: 'La ciudad debe crecer mirando al sur'

El arquitecto y urbanista desestima la opinión de que existe una "furia constructiva" en algunos barrios y asegura que Buenos Aires crece muy lentamente y apenas logra mantener su crecimiento vegetativo.


Con más de 30 años de profesión, el arqui­tecto Enrique García Espil es un urbanista apasionado: habla de "la ciudad" como si fuera un sujeto viviente. Al frente de la Sociedad Central de Arquitectos, dice que Buenos Aires en­frenta tres problemas acuciantes: vivienda, trans­porte y espacios verdes.

¿Buenos Aires expulsa gente?
Claramente. La ciudad construye poca vivienda y maneja la idea de que hay que erradicar población, cuando debería consolidarla y además no sólo para sectores altos y medios. Duerme la misma canti­dad de gente que hace 40 años, tres millones, y otros dos millones van y vienen. Pierde población, apenas alcanza a mantener su crecimiento vege­tativo, 100 mil habitantes cada dos años. La ciudad tiene que construir más viviendas, pero no sólo para sectores que pueden pagarlas de sus ahorros: una pareja que gana ocho mil pesos no puede tener su casa.

Es habitual escu­char que la ciudad "colapsa". ¿Adón­de iría a vivir más gente?
En la zona sur. Pero el Código de Planeamien­to Urbano no permite construir edificios en avenidas como Case­ros, Patricios, Amancio Alcorta. Y no tiene ló­gica. Para la gente que vive en esos barrios sería bueno que los hijos pudieran quedarse, pero si se los obliga a hacer una casa no pueden, se tienen que ir.

¿Hay una "furia constructi­va" en Caballito, Palermo o Belgrano?
No hay furia constructiva: no se construye más del promedio histórico: menos de dos millones de metros cuadrados por año. En los barrios que menciona, la posibilidad de nuevas viviendas es mínima. Pero sí en el sur. ¿Por qué la clase media no va a Pompeya? Lo pregunto en la facultad a mis alumnos y me dicen: porque no hay escue­las, ni academias de inglés, ni bares, ni gimna­sios. Todo eso habría en forma simultánea si se construye ahí. Primero la vivienda y todo se irá sumando.

¿Qué pasa con el transporte?
Estamos encaminados, pero muy lentamente. No se trata de agregar más autopistas y más autos. La inversión debe ser en trenes y subtes. Podemos venir en tren de La Quiaca a Retiro, pero no ir en tren o subte de Retiro a Once. Deben enterrarse todos los trenes. Así, el que vive en Dock Sud y trabaja en Pilar no perdería cuatro horas diarias viajando. Y sobre esas vías soterradas debería haber grandes espacios verdes. Tiene que haber una política de planeamiento que desaliente la concentración de funciones en el centro y que las distribuya en barrios. Sería, claro, una gran inversión pública.

Y un gran problema.
El problema es enorme, pero la solución no pue­de ser que, como puede haber corrupción, no ha­cemos nada. Hay que hacer obras con calidad y con honestidad y de acuerdo con un plan general. Y eso no es un problema de arquitectos o urba­nistas, sino de la sociedad en su conjunto.

¿Por qué se producen los derrumbes?
Es un tema muy complejo. Existe gran construc­ción de subsuelos, algo que no había antes, por la necesidad de cocheras. Pero falta legislación en materia de pilotes de tracción y otros temas técnicos importantes. Un derrumbe es un proble­ma donde confluyen la falta de legislación, los controles, la pericia profesional, el control de los profesionales sobre los colegas.

Fuente: Diario Z

Link: http://www.diarioz.com.ar/nota-8861-enrique-garcia-espil-la-ciudad-debe-crecer-mirando-al-sur.html

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lunes, 27 de febrero de 2012

Enrique García Espil: 'La ciudad debe crecer mirando al sur'

El arquitecto y urbanista desestima la opinión de que existe una "furia constructiva" en algunos barrios y asegura que Buenos Aires crece muy lentamente y apenas logra mantener su crecimiento vegetativo.


Con más de 30 años de profesión, el arqui­tecto Enrique García Espil es un urbanista apasionado: habla de "la ciudad" como si fuera un sujeto viviente. Al frente de la Sociedad Central de Arquitectos, dice que Buenos Aires en­frenta tres problemas acuciantes: vivienda, trans­porte y espacios verdes.

¿Buenos Aires expulsa gente?
Claramente. La ciudad construye poca vivienda y maneja la idea de que hay que erradicar población, cuando debería consolidarla y además no sólo para sectores altos y medios. Duerme la misma canti­dad de gente que hace 40 años, tres millones, y otros dos millones van y vienen. Pierde población, apenas alcanza a mantener su crecimiento vege­tativo, 100 mil habitantes cada dos años. La ciudad tiene que construir más viviendas, pero no sólo para sectores que pueden pagarlas de sus ahorros: una pareja que gana ocho mil pesos no puede tener su casa.

Es habitual escu­char que la ciudad "colapsa". ¿Adón­de iría a vivir más gente?
En la zona sur. Pero el Código de Planeamien­to Urbano no permite construir edificios en avenidas como Case­ros, Patricios, Amancio Alcorta. Y no tiene ló­gica. Para la gente que vive en esos barrios sería bueno que los hijos pudieran quedarse, pero si se los obliga a hacer una casa no pueden, se tienen que ir.

¿Hay una "furia constructi­va" en Caballito, Palermo o Belgrano?
No hay furia constructiva: no se construye más del promedio histórico: menos de dos millones de metros cuadrados por año. En los barrios que menciona, la posibilidad de nuevas viviendas es mínima. Pero sí en el sur. ¿Por qué la clase media no va a Pompeya? Lo pregunto en la facultad a mis alumnos y me dicen: porque no hay escue­las, ni academias de inglés, ni bares, ni gimna­sios. Todo eso habría en forma simultánea si se construye ahí. Primero la vivienda y todo se irá sumando.

¿Qué pasa con el transporte?
Estamos encaminados, pero muy lentamente. No se trata de agregar más autopistas y más autos. La inversión debe ser en trenes y subtes. Podemos venir en tren de La Quiaca a Retiro, pero no ir en tren o subte de Retiro a Once. Deben enterrarse todos los trenes. Así, el que vive en Dock Sud y trabaja en Pilar no perdería cuatro horas diarias viajando. Y sobre esas vías soterradas debería haber grandes espacios verdes. Tiene que haber una política de planeamiento que desaliente la concentración de funciones en el centro y que las distribuya en barrios. Sería, claro, una gran inversión pública.

Y un gran problema.
El problema es enorme, pero la solución no pue­de ser que, como puede haber corrupción, no ha­cemos nada. Hay que hacer obras con calidad y con honestidad y de acuerdo con un plan general. Y eso no es un problema de arquitectos o urba­nistas, sino de la sociedad en su conjunto.

¿Por qué se producen los derrumbes?
Es un tema muy complejo. Existe gran construc­ción de subsuelos, algo que no había antes, por la necesidad de cocheras. Pero falta legislación en materia de pilotes de tracción y otros temas técnicos importantes. Un derrumbe es un proble­ma donde confluyen la falta de legislación, los controles, la pericia profesional, el control de los profesionales sobre los colegas.

Fuente: Diario Z

Link: http://www.diarioz.com.ar/nota-8861-enrique-garcia-espil-la-ciudad-debe-crecer-mirando-al-sur.html

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