Una multitud se volcó a las 20 cuadras del Distrito de las Artes, en partes de La Boca, Barracas y San Telmo. Fueron furor las muestra de fotos de LaChapelle en la Usina y la exposición de Malévich, en Proa. Se estima que en toda la Ciudad cerca 1.5 millón de personas visitaron las distintas salas.
El hechizo se repitió una vez más: miles de personas ayer compartieron una salida colectiva para recorrer los museos e instituciones culturales y artísticas de la Ciudad. La 13° Noche de los Museos volvió a ser la excusa perfecta para encontrarse en la calle y caminar bajo la luz de la luna. Este año el Ministerio de Cultura porteño, que organiza el evento,apostó fuerte por el Distrito de las Artes, en La Boca, donde se acercó mucho público para ver la muestra de Malévich, en la Fundación Proa, y para asistir a la inauguración de la exposición de fotografías de LaChapelle, en la Usina del Arte.
La fiesta comenzó a las 20 cuando, como sucede una vez al año desde 2003, los museos abrieron al aparecer las primeras estrellas. Para esa hora, ya había largas colas para ingresar a algunos de los clásicos, como el Museo de Bellas Artes o el MALBA, y también a los más modernos, como el CCK, donde a esa misma hora se presentó la Orquesta Sinfónica de Quingdao.
La inauguración oficial se hizo en el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires (MAMBA), en San Telmo. Allí estuvieron el vice jefe de Gobierno Diego Santilli y el ministro de Cultura porteño, Angel Mahler. En la calle sonó la Sinfónica de Buenos Aires , que arrancó con El Firulete, de Mariano Mores.
Cinco minutos después de las 20 ya había más de una cuadra de cola para entrar al MAMBA. "Es la primera vez que vengo a la Noche de los Museos y a éste Museo. Empecé por acá porque vivo cerca y mi idea esir a la mayor cantidad de lugares que pueda. Está bueno que haga movidas como ésta, porque te relacionas con la cultura", comentó Micaela, una policía de 28 años que hacía la fila junto a dos amigas.
La escena se repartía por toda la zona sur. Se podía viajar gratis en colectivo y las líneas que llegaban hasta La Boca, como el 29 o el 152, iban cargadas de un público atraído por una de las movidas principales anunciadas para esta noche cultural, el recorrido por las 20 cuadras del Distrito de las Artes.
La Boca esperaba a los visitantes con un estreno: la inauguración de una exposición con más de 80 obras del fotógrafo y director de videoclips David LaChapelle en la Usina del Arte. El propio autor estaba esperándolos para contarles algo sobre su vida y la historia detrás de sus barrocos retratos de celebridades como David Bowie, Drew Barrymore, Michael Jackson o Whitney Houston. Entre la multitud que llegó a la Usina estaban Laura, Alexander e Iván, tres colombianos radicados en Buenos Aires, fueron a la charla que ofreció LaChapelle. "Mostró algunas de sus obras y detalló su vida y cómo se encontró consigo mismo para hacer arte", contó Alexander. Y Laura, fotógrafa, sugirió: "Esta noche es muy chévere. Pero hay demasiada información y muchos lugares para visitar, pero no alcanza e tiempo.Tendría que durar dos o tres noches".
Parte del público se quedó frente al viejo Puente Transbordador, para disfrutar de música en vivo. Y muchos siguieron su camino hasta la Fundación PROA. En el interior del edificio que balconea sobre el Riachuelo estaba la retrospectiva del vanguardista ruso Kazimir Malévich, que fue una de las muestras favoritas de la noche. Cinco jóvenes docentes vinieron desde Florencio Varela y empezaron su recorrido por la exposición de Malévich. "No teníamos idea de lo que había, pero nos gustó mucho lo que vimos. Está buenísimo que hagan estas cosas, porque hay gente que no tiene acceso a pagar la entrada a un museo o no puede ir durante el día", reflexionó Andrea, una de ellas.
El furor museológico se replicó en otros puntos de la Ciudad. Como Recoleta, con su centro cultural, la Floralis Genérica o la que fue la casa de Xul Solar, entre muchas otras opciones. También en los alrededores de la Plaza de Mayo, donde hubo colas para entrar al museo de la Casa Rosada y al Cabildo, y donde la gente escuchó tango en el Museo de la Ciudad. Al mismo tiempo, a lo largo de la Avenida de Mayo hubo una exposición a cielo abierto de colectivos y automóviles antiguos.
La gran celebración anual de la cultura siguió hasta las tres de la madrugada cuando, de mala gana, los museos cerraron. Pero la energía de esta noche fascinante quedó flotando en el ambiente de la Ciudad.
Fuente: Clarín
Link: http://www.clarin.com/ciudades/porteno-atraccion-edicion-Noche-Museos_0_1677432372.html
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