La inversión en desarrollos inmobiliarios en pesos es actualmente una de las mejores oportunidades de negocios. Pese a la resistencia del sector a abandonar el dólar como referencia para su actividad, el negocio de Real State se reconfiguró a las denominadas inversiones “desde el pozo” en moneda local. Según estadísticas privadas del sector, la inversión en este segmento se ubica por encima de los niveles previos (2010) a la aplicación de controles a la adquisición de moneda extranjera. Las escrituras de compraventa se elevaron en junio un 19,6 por ciento en comparación con igual mes de 2013, según datos del Colegio de Escribanos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. El valor medio de las operaciones aumentó 34,6 por ciento. En este contexto, entre los operadores coinciden en que cobraron cada vez más fuerzas las viviendas a estrenar, además de la inversión desde el pozo.
Esta semana se anticipó desde el sector que los cambios en la operatoria con los Cedin (Certificados de Depósito para Inversión) se conocerán en unos quince días, con lo que el Gobierno y las inmobiliarias esperan estimular la actividad. Entre los cambios y adecuaciones, las cámaras del sector solicitaron que se incluya la posibilidad de aplicar el instrumento a inversiones desde el pozo. La expectativa, que justificaría mantener una herramienta vigente pese a su escaso volumen de negocios, se sostiene en la posibilidad de destrabar el segmento de usados y locales comerciales, que se resiste al uso de la moneda local y aliviar la demanda de dólares. Sin embargo, la leve recuperación del sector se está concentrando en la opción de nuevas construcciones.
A este negocio se accede generalmente mediante la compra de fideicomisos al costo, de sociedades o de fideicomisos financieros. De esta manera, los emprendimientos se adaptaron al nuevo contexto de restricción de divisas, captando parte del exceso de liquidez en pesos que existe en el mercado. Esto podría acentuarse en caso de que se reduzcan los niveles de tasas de interés para inmovilizaciones a plazo. Para quienes prefieren las inversiones en ladrillos, las viviendas nuevas y los proyectos en boca de pozo son las alternativas más buscadas. En el sector estiman que existe un caudal importante de fondos ociosos, tanto de individuos como de empresas que se vuelcan en estas iniciativas.
Los inmuebles a boca de pozo se comercializan en la mayoría de los casos en moneda local. La opción ofrece sus ventajas. Los departamentos son más accesibles porque se pagan en cuotas, mientras que los precios siguen la evolución de los costos de construcción. Esto implica que los flujos en moneda local mantienen su valor en el tiempo en sintonía con el nivel general de precios.
Según un informe de la consultora Reporte Inmobiliario, el segmento residencial en el interior del país fue considerado por la mayoría de sus encuestados como el de mejores perspectivas para el período 2014-2015. El 31,25 por ciento de las cien empresas relevadas lo destacó como el más auspicioso. Le siguen el segmento residencial de Capital Federal y el Industrial-Logística. Más atrás se ubica, con un 10 por ciento, el mercado de countries, que supo brillar hace unos años pero perdió posiciones. Con 7,5 por ciento, se posicionó la construcción de oficinas para alquilar. En ubicación se destacan los negocios de zona norte del Gran Buenos Aires. En este caso, sobresalen los millonarios desarrollos en la zona de Nordelta, muchos de los cuales –como en la ciudad de Rosario– están siendo investigados por presunción de lavado de activos y evasión impositiva.
Los fideicomisos al costo constituyen una herramienta muy solicitada para invertir en desarrollos inmobiliarios. Se ajustan por el índice CAC. Entonces, si la obra se finaliza a un costo más alto que el incremento de este índice, el inversor no se hace cargo del aumento, por lo que hay mayor certeza de la inversión, aunque la rentabilidad suele ser menor
Fuente: Página 12
Link: http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/cash/17-7872-2014-08-17.html
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