Uno de cada diez habitantes de la ciudad de Buenos Aires tiene algún tipo de problema para acceder a una vivienda digna y propia. Se trata de unas 400.000 personas que habitan en villas, hoteles o inquilinatos, y en casas usurpadas.
El déficit habitacional enfrenta el problema de la "frazada corta": la cantidad de viviendas sociales que se construyen para entregar a los que las necesitan no alcanza nunca a satisfacer la demanda.
La oposición política porteña cree, además, que la vivienda no está entre las prioridades de la administración encabezada por Mauricio Macri. Como contrapartida, el oficialismo insiste con que 2012 fue el año en que se construyó la mayor cantidad de casas para familias necesitadas en la historia de la ciudad.
Según cifras oficiales, desde 2008 se construyeron unas 5000 viviendas sociales; esto significa un promedio de unas 1000 casas por año. Si se tiene en cuenta que hacen falta unas 100.000 viviendas, se tardaría un siglo en poder dar una solución al atraso registrado.
"Es posible que la oferta y la demanda encuentren un equilibrio para cubrir el déficit habitacional. Pero no sólo se logrará con la construcción de nueva vivienda, porque la población es dinámica y, entonces, siempre vas corriendo atrás. Si se dan créditos hipotecarios para que la gente vaya comprando, se puede llegar. Es el modelo que adoptaron Costa Rica y Chile", indicó Emilio Basavilbaso, presidente del Instituto para la Vivienda de la Ciudad (IVC).
"El 11% como déficit habitacional es un número que nos preocupa, pero nuestro país no está en el peor lugar, comparado con otros lugares del mundo", agregó el funcionario.
Según Basavilbaso, una solución más tangible son las líneas crediticias. Uno de los programas que se lanzaron hace un año es el denominado Primera Casa. Desde el IVC informaron que se entregaron 1000 créditos de 400.000 pesos cada uno el año pasado; este año espera entregar otros 2000.
Uno de los problemas que se suman al déficit de vivienda en la ciudad es la falta de terrenos. "Las tomas [como la que desde hace una semana tiene como escenario el predio de Villa Lugano lindero con la villa 20] ocurren en los pocos espacios que quedan disponibles. Lamentablemente, no es la vía por la que el gobierno porteño dará una solución a estas personas", indicó Carolina Stanley, ministra de Desarrollo Social local.
Cabe recordar que, en la última década, la población de villas creció un 52% y alcanzó los 163.000 habitantes, según datos del censo 2010.
CRÍTICAS
Eduardo Epszteyn, auditor porteño por el kirchnerismo, no comparte la visión oficial. "Es una estrategia deliberada. El gobierno de Macri utiliza fondos que deberían destinarse a viviendas para hacer marketing y propaganda política en las villas y en la ciudad; es inadmisible que gasten seis millones de pesos en traer a [Rafael] Nadal y a [Usain] Bolt en lugar de construir, porque esos fondos pertenecen a la Secretaría de Hábitat e Inclusión Social", cuestionó.
"También evalúa que eso no le da rédito electoral, pero sí se lo da ponerse duro después de una toma. Nadie pretende que solucione el ciento por ciento del problema habitacional, pero no es posible que un predio que tiene destino asignado por ley sea dejado a la buena de Dios", agregó Epszteyn.
El auditor porteño denunció además que "todas las áreas vinculadas con las políticas de viviendas están desfinanciadas" y que "se subejecuta el presupuesto".
Un ejemplo es el del IVC. El año pasado tenía presupuestados 913 millones de pesos y ejecutó el 77%. "Nosotros recibimos fondos de la Nación, del Instituto del Juego y del presupuesto. Sobre lo que aporta la Ciudad estamos sobreejecutados. El resto es lo que tiene que enviar la Nación", se defendió Basavilbaso.
El gobierno porteño ha hecho también varias modificaciones en los organismos que atienden la cuestión de la vivienda social.
Un informe de la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ) critica el manejo realizado por la actual gestión. "El organismo legalmente responsable de la política habitacional en Buenos Aires, el IVC, en los últimos años no contó con presupuesto suficiente para llevar a cabo las tareas necesarias para paliar la grave crisis habitacional que enfrentan los habitantes de las villas", dice el informe de la ACIJ.
Y agrega: "No existen un organismo y un sistema que centralicen y planifiquen las políticas de vivienda en la Capital, y que asignen y prioricen recursos presupuestarios".
Desde el gobierno porteño respondieron que existe la Secretaría de Hábitat e Inclusión (Sechi), creada en 2011 y dependiente del Ministerio de Desarrollo Económico. Su objetivo es coordinar las acciones de las diferentes áreas para una intervención integral en las villas y barrios vulnerables mediante proyectos de urbanización, urbanismo social, actividades sociales, culturales, deportivas, educativas, de productividad, de ambiente, de salud y de género.
El presupuesto del organismo para este año asciende a unos 400 millones de pesos. Cabe recordar que el total de gastos de la administración para 2014 está calculado en 60.000 millones de pesos.
Eduardo Epszteyn, auditor porteño por el kirchnerismo, no comparte la visión oficial. "Es una estrategia deliberada. El gobierno de Macri utiliza fondos que deberían destinarse a viviendas para hacer marketing y propaganda política en las villas y en la ciudad; es inadmisible que gasten seis millones de pesos en traer a [Rafael] Nadal y a [Usain] Bolt en lugar de construir, porque esos fondos pertenecen a la Secretaría de Hábitat e Inclusión Social", cuestionó.
"También evalúa que eso no le da rédito electoral, pero sí se lo da ponerse duro después de una toma. Nadie pretende que solucione el ciento por ciento del problema habitacional, pero no es posible que un predio que tiene destino asignado por ley sea dejado a la buena de Dios", agregó Epszteyn.
El auditor porteño denunció además que "todas las áreas vinculadas con las políticas de viviendas están desfinanciadas" y que "se subejecuta el presupuesto".
Un ejemplo es el del IVC. El año pasado tenía presupuestados 913 millones de pesos y ejecutó el 77%. "Nosotros recibimos fondos de la Nación, del Instituto del Juego y del presupuesto. Sobre lo que aporta la Ciudad estamos sobreejecutados. El resto es lo que tiene que enviar la Nación", se defendió Basavilbaso.
El gobierno porteño ha hecho también varias modificaciones en los organismos que atienden la cuestión de la vivienda social.
Un informe de la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ) critica el manejo realizado por la actual gestión. "El organismo legalmente responsable de la política habitacional en Buenos Aires, el IVC, en los últimos años no contó con presupuesto suficiente para llevar a cabo las tareas necesarias para paliar la grave crisis habitacional que enfrentan los habitantes de las villas", dice el informe de la ACIJ.
Y agrega: "No existen un organismo y un sistema que centralicen y planifiquen las políticas de vivienda en la Capital, y que asignen y prioricen recursos presupuestarios".
Desde el gobierno porteño respondieron que existe la Secretaría de Hábitat e Inclusión (Sechi), creada en 2011 y dependiente del Ministerio de Desarrollo Económico. Su objetivo es coordinar las acciones de las diferentes áreas para una intervención integral en las villas y barrios vulnerables mediante proyectos de urbanización, urbanismo social, actividades sociales, culturales, deportivas, educativas, de productividad, de ambiente, de salud y de género.
El presupuesto del organismo para este año asciende a unos 400 millones de pesos. Cabe recordar que el total de gastos de la administración para 2014 está calculado en 60.000 millones de pesos.
VIVIENDAS DESHABITADAS, LA CONTRACARA
Según el censo 2010, las casas o viviendas deshabitadas en la Capital rondan entre 10.000 y 12.000, es decir, aproximadamente el 1% del stock inmobiliario.
En tanto, subsistiría otro 3 o 4% de inmuebles respecto de los cuales aún no se ha determinado el destino, ya que sus eventuales habitantes no respondieron en el censo. Probablemente se trate de propiedades dedicadas a algún tipo de actividad económica, sostienen las autoridades porteñas.
Como contracara, hay 400.000 personas que viven en villas, hoteles o inquilinatos y casas usurpadas. Es decir, en situación de crisis habitacional.
Sólo en las villas de emergencia la población creció 52% en los últimos diez años. Según el censo 2010, ese año sumaban 163.000 las personas que vivían en villas y asentamientos en la Capital. Las estimaciones elevan ese número en un 20%, aproximadamente..
Según el censo 2010, las casas o viviendas deshabitadas en la Capital rondan entre 10.000 y 12.000, es decir, aproximadamente el 1% del stock inmobiliario.
En tanto, subsistiría otro 3 o 4% de inmuebles respecto de los cuales aún no se ha determinado el destino, ya que sus eventuales habitantes no respondieron en el censo. Probablemente se trate de propiedades dedicadas a algún tipo de actividad económica, sostienen las autoridades porteñas.
Como contracara, hay 400.000 personas que viven en villas, hoteles o inquilinatos y casas usurpadas. Es decir, en situación de crisis habitacional.
Sólo en las villas de emergencia la población creció 52% en los últimos diez años. Según el censo 2010, ese año sumaban 163.000 las personas que vivían en villas y asentamientos en la Capital. Las estimaciones elevan ese número en un 20%, aproximadamente..
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