Las turbulencias no cesan. Y la idea de que la tormenta será extensa está en la mente de todos. El dólar trepó a 15 pesos, lo que da una idea de que la crisis se profundiza y el sector no da muestras de reactivarse. Aun así es septiembre y han comenzado lentamente las consultas. Tiempo clave del año y una demanda contenida que se anima a plantear una mudanza. Esa iniciativa permitió concretar algunas operaciones, pero en general sus protagonistas son propietarios que tienen necesidad urgente (por razones diferentes) de cambiar de vivienda. Y obviamente cada una de estas operaciones exigió costosas negociaciones, que trataron de acortarse en el tiempo para no perder liquidez frente a la estampida del dólar, que parece imparable. Estas subas generan nuevas dispersiones y plantean un endurecimiento de las partes que negocian -en relación al mercado del usado-, que por momentos parecen irreconciliables. Un fenómeno de estos tiempos porque el mercado se defiende de las volatilidades y quienes encarnan a los vendedores consideran que la propiedad mantiene su valor por lo que significa en sí misma: un bien cuya solidez no se discute y ratifica los precios. Los compradores esgrimen otra posición y esperan bajar el valor de lo que adquieren, pero también saben que hay un límite para las contraofertas.
Nada nuevo para los experimentados brokers, sólo que la situación que rodea a este mercado no tiene comparación con ninguna otra de su historia. Es complicado acordar entre las partes (el proceso requiere de una ingeniería financiera) que involucra los pesos y los dólares de los ahorristas, y ni qué hablar si además hace falta contar con un crédito hipotecario. De modo que en muchos casos se llega justo con el dinero para dar el sí definitivo entre quienes participan de la operación. La suba del dólar impacta en todo: también en los materiales y los costos del que recicla una vivienda. Y entonces llega la pregunta que todos se hacen cuando piensan en comprar/vender: ¿cuál es el precio hoy? La clásica respuesta es lo que la demanda está dispuesta a pagar. ¿Será esta regla de oro la misma que se practicaba en otros tiempos? La crisis transforma, genera oportunidades. También retrae y atemoriza. El panorama en el corto plazo no es favorable y la tormenta genera turbulencias y volatilidades que hay que soportar no se sabe hasta cuándo..
Fuente: La Nación
Link: http://www.lanacion.com.ar/1728718-distorsiones-frente-al-dolar-en-alza
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