El boom de la bici se apoya en una red de ciclovías de 117 kilómetros, 15 de los cuales se sumaron en el último año. “Planificando tu viaje, podés hacer un alto porcentaje del recorrido por las ciclovías, que son un espacio protegido y seguro”, asegura el ciclista Diego Worlicek, que desde su ONG “1 Auto Menos” pregona que las diferentes formas de moverse en la Ciudad deben coexistir. “Hay que elegir lo que más nos conviene para cada ocasión”, sostiene. Y afirma que aún falta educar al automovilista sobre la vulnerabilidad del ciclista.
El otro factor que impulsa el fenómeno es el Sistema de Transporte Público de Bicicletas o Ecobici. En 2013 se abrieron cuatro estaciones y ahora son 32, con 800 bicicletas disponibles. En sólo un año, los inscriptos en el sistema aumentaron más de un 35%. Hoy es usado por 114.889 personas que hacen un promedio de 5.000 viajes por día, con picos de 6.500. Y el plan oficial es, a partir de este año, instalar estaciones automáticas y aumentar su cantidad hasta 200, con 3.000 bicis.
“A cuatro años del inicio de Ecobici, nuestra Ciudad ha cambiado su perfil urbano, incorporando al ciclista como un nuevo actor de la movilidad –evalúa el subsecretario de Transporte porteño, Guillermo Dietrich–. Cada vez son más los vecinos que eligen la bici como alternativa de transporte, siendo el medio principal o en muchos casos complementando el viaje con subte, tren o colectivo”.
El Banco Ciudad ofrece créditos a tasa cero y a pagar en 50 cuotas para que la gente compre bicicletas. Desde octubre de 2012, se dieron 6.000 préstamos de hasta $ 3.000. En total, prestaron más de $ 16 millones. En noviembre pasado agregaron una promoción con tarjetas de crédito, para comprar bicis en 12, 24 o 50 cuotas en locales adheridos. Así accedieron a su rodado otras 6.800 personas.
En bicicleterías como Mila, de Caseros y Garay, afirman que las ventas subieron 30%. Y en otras señalan que las restricciones a la importación impiden cubrir esa demanda. “Las importaciones de insumos para bicicletas están frenadas y hace un año y medio que no entra una bici entera, pero sí autos Audi –sostiene Claudio Canaglia, dueño de cuatro locales que llevan su apellido–. Tenemos pocas bicis para vender. Y es imposible armar una sólo con piezas nacionales, porque hay repuestos como la cadena o el piñón que no se fabrican en la Argentina. La gente se las hace traer de afuera, mientras caen la industria y el comercio locales”.
De acuerdo a la Cámara Argentina de Comercio e Industria de la Bicicleta, ahora la gente trae bicis de Chile, Uruguay y Estados Unidos. Las entran como compras personales o las reciben por correo. Cada día entran 120 bicis, es decir 3.720 por mes y 44 mil al año.
Al mismo tiempo, los talleres de las bicicleterías trabajan más que nunca: “Aumentó mucho la cantidad de reparaciones –cuenta Canaglia–. Antes compraban las bicicletas y las dejaban en el balcón. Ahora las traen a arreglar y cuando las vemos nos damos cuenta de que están siendo usadas”.
“El Ejecutivo viene trabajando bien, pero hay algunos puntos a reforzar –observa Néstor Sebastián, de la Asociación de Ciclistas Urbanos–. Por ejemplo, los garages siguen usando triquiñuelas para no aceptarte la bici, como decir que están llenos o no recibirlas si no tienen luces. Además, hay que generar conciencia vial en los ciclistas, porque hay un desdén por la propia seguridad. Hay que trabajar ese tema, no sólo poniendo luces o usando el casco, sino viendo cómo nos movemos en bicicleta. Hay una imagen light acerca de lo que significa hacerlo, cuando en verdad es una tarea compleja”. En esa línea, su Asociación acaba de lanzar el portal enbiciseguro.org.ar, donde difunde criterios deconducción segura para los ciclistas.
Con más bicicletas en la calle, la educación vial de ciclistas y automovilistas es una deuda para que el sistema funcione mejor.
Fuente: Clarin
Link: http://www.clarin.com/ciudades/titulo_0_1064893616.html
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