lunes, 3 de octubre de 2016

El CPAU estudia modificar las superficies mínimas de los departamentos en la CABA

Basándose en la legislación de ciudades como Nueva York y Montevideo, se propondrían unidades que no superen los 24 metros cuadrados.


Hace unas semanas, en una nota publicada en Clarín, Augusto Penedo, Presidente del Consejo Profesional de Arquitectura y Urbanismo (CPAU), abogaba por una modificación de las normas municipales que permitieran departamentos más chicos. “Hoy, el desafío es ver cómo se encara el tema de la vivienda mínima, accesible económicamente, en la ciudad de Buenos Aires”, dijo en la sección Ciudad de este diario. No fueron pocos los que alzaron su voz para oponerse. “Los ‘inversores’ estarán encantados con esta propuesta de construir pajareras cada vez más chicas, no así los enamorados que deseen vivir juntos y tener un hijo”, opina el arquitecto Rodolfo Livingston.

La propuesta de Penedo se basa en que, ante la escasez de recursos, unidades de menores superficies facilitarían el acceso a la vivienda propia.

MONOAMBIENTE. Los especialistas investigan si se puede vivir bien en menos metros cuadrados que los mínimos actuales.

“Tenemos que encarar una solución: cómo se pueden hacer proyectos interesante con superficies mínimas y accesibles económicamente a una franja de la población que quiere ser urbana. Sobre esto mucho tenemos para decir los arquitectos”, afirmaba y daba como referencia los códigos de Montevideo o Nueva York.

El caso estadounidense está basado en el concurso que organizó hace unos años The New York Times. El objetivo: promover nuevos tipos de viviendas flexibles que no superaran los 24 m2.

La idea es crear un producto que sea accesible a sectores importantes de su clase media, para la que los precios de Manhattan resultan imposibles. El otro ejemplo que cita Penedo es el de Montevideo, donde la vivienda mínima es de 25 m2 y los monoambientes de 19,40 m2.

De Buenos Aires se menciona el caso del Código de Edificación de 1944, en el que la vivienda mínima era de 16 m2, con un ambiente habitación, baño de acuerdo a la cantidad de artefactos y cocina mínima de 1,60 m2. No se exigía balcón.

Para Livingston, la funcionalidad de la vivienda no está relacionada con el tamaño sino con el diseño. “Los departamentos deberían ser cada vez más inteligentes, no más chicos; con patio, terraza o techo accesible.

La habitación de un chico, por ejemplo, puede agrandarse sin tocar las paredes sustituyendo el placard por un lugar para guardar la ropa de un metro diez de altura debajo de la cama, como el camarote del capitán de la fragata Sarmiento”, sostiene. De alguna manera, Penedo parece coincidir con Livingston cuando dice que “habrá que buscar soluciones fuera de lo convencional, con inteligencia e imaginación”.

Hoy, en el CPAU, se está debatiendo sobre estos temas que hacen a una modificación de los códigos que rigen la construcción en la Ciudad de Buenos Aires. “Estamos partiendo de los valores del Código del 44. Esto nos daría una vivienda mínima de entre 20 y 22 m2”, explica su presidente.

Monoambiente. Los especialistas investigan si se puede vivir bien en menos metros cuadrados que los mínimos actuales.

Por caso, ya no se habla de que las habitaciones tengan que ser necesariamente de 3 por 3 metros. En los casos de dos habitaciones, los estudios se encaminan a superficies mínimas que rondan los 28 m2, mas la expansión. Para tres ambientes, 40 m2. “El diseño y el mobiliario dan muchas alternativas eficientes para apostar a la flexibilidad”, agrega Penedo.

MICRODEPARTAMENTOS. Modelo de departamento para solteros. Arriba, la unidad durante el día. Abajo, durante la noche: el sofá cama se despliega, la mesa de desayuno se esconde y la mesa ratona se corre de lugar.

En teoría, unidades más chicas podrían resultar más económicas. Un simple cálculo indica que hoy un monoambiente no puede tener menos de 30 metros cuadrados y costaría alrededor de 60 mil dólares.

Con 20 metros, bajaría a 40 mil. Y si se construyera en la Zona Sur, en los barrios de terrenos más baratos podría costar un 30% menos.

MICRODEPARTAMENTOS. Modelo para parejas. Arriba todo preparado para un almuerzo de seis personas. Abajo, durante la noche, la cama surge de la pared y se despliega el desayunador para dos personas.

Sin embargo, no son pocos los especialistas que sostienen que el precio por metro cuadrado es sólo una forma caprichosa de calcular costos y precios. Y que esta unidad de medida es proporcionalmente más cara cuando más chico es el departamento.

Fuente: Clarín 

Link: http://arq.clarin.com/inmobiliario/CPAU-modificar-superficies-departamentos-CABA_0_1659434119.html 

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lunes, 3 de octubre de 2016

El CPAU estudia modificar las superficies mínimas de los departamentos en la CABA

Basándose en la legislación de ciudades como Nueva York y Montevideo, se propondrían unidades que no superen los 24 metros cuadrados.


Hace unas semanas, en una nota publicada en Clarín, Augusto Penedo, Presidente del Consejo Profesional de Arquitectura y Urbanismo (CPAU), abogaba por una modificación de las normas municipales que permitieran departamentos más chicos. “Hoy, el desafío es ver cómo se encara el tema de la vivienda mínima, accesible económicamente, en la ciudad de Buenos Aires”, dijo en la sección Ciudad de este diario. No fueron pocos los que alzaron su voz para oponerse. “Los ‘inversores’ estarán encantados con esta propuesta de construir pajareras cada vez más chicas, no así los enamorados que deseen vivir juntos y tener un hijo”, opina el arquitecto Rodolfo Livingston.

La propuesta de Penedo se basa en que, ante la escasez de recursos, unidades de menores superficies facilitarían el acceso a la vivienda propia.

MONOAMBIENTE. Los especialistas investigan si se puede vivir bien en menos metros cuadrados que los mínimos actuales.

“Tenemos que encarar una solución: cómo se pueden hacer proyectos interesante con superficies mínimas y accesibles económicamente a una franja de la población que quiere ser urbana. Sobre esto mucho tenemos para decir los arquitectos”, afirmaba y daba como referencia los códigos de Montevideo o Nueva York.

El caso estadounidense está basado en el concurso que organizó hace unos años The New York Times. El objetivo: promover nuevos tipos de viviendas flexibles que no superaran los 24 m2.

La idea es crear un producto que sea accesible a sectores importantes de su clase media, para la que los precios de Manhattan resultan imposibles. El otro ejemplo que cita Penedo es el de Montevideo, donde la vivienda mínima es de 25 m2 y los monoambientes de 19,40 m2.

De Buenos Aires se menciona el caso del Código de Edificación de 1944, en el que la vivienda mínima era de 16 m2, con un ambiente habitación, baño de acuerdo a la cantidad de artefactos y cocina mínima de 1,60 m2. No se exigía balcón.

Para Livingston, la funcionalidad de la vivienda no está relacionada con el tamaño sino con el diseño. “Los departamentos deberían ser cada vez más inteligentes, no más chicos; con patio, terraza o techo accesible.

La habitación de un chico, por ejemplo, puede agrandarse sin tocar las paredes sustituyendo el placard por un lugar para guardar la ropa de un metro diez de altura debajo de la cama, como el camarote del capitán de la fragata Sarmiento”, sostiene. De alguna manera, Penedo parece coincidir con Livingston cuando dice que “habrá que buscar soluciones fuera de lo convencional, con inteligencia e imaginación”.

Hoy, en el CPAU, se está debatiendo sobre estos temas que hacen a una modificación de los códigos que rigen la construcción en la Ciudad de Buenos Aires. “Estamos partiendo de los valores del Código del 44. Esto nos daría una vivienda mínima de entre 20 y 22 m2”, explica su presidente.

Monoambiente. Los especialistas investigan si se puede vivir bien en menos metros cuadrados que los mínimos actuales.

Por caso, ya no se habla de que las habitaciones tengan que ser necesariamente de 3 por 3 metros. En los casos de dos habitaciones, los estudios se encaminan a superficies mínimas que rondan los 28 m2, mas la expansión. Para tres ambientes, 40 m2. “El diseño y el mobiliario dan muchas alternativas eficientes para apostar a la flexibilidad”, agrega Penedo.

MICRODEPARTAMENTOS. Modelo de departamento para solteros. Arriba, la unidad durante el día. Abajo, durante la noche: el sofá cama se despliega, la mesa de desayuno se esconde y la mesa ratona se corre de lugar.

En teoría, unidades más chicas podrían resultar más económicas. Un simple cálculo indica que hoy un monoambiente no puede tener menos de 30 metros cuadrados y costaría alrededor de 60 mil dólares.

Con 20 metros, bajaría a 40 mil. Y si se construyera en la Zona Sur, en los barrios de terrenos más baratos podría costar un 30% menos.

MICRODEPARTAMENTOS. Modelo para parejas. Arriba todo preparado para un almuerzo de seis personas. Abajo, durante la noche, la cama surge de la pared y se despliega el desayunador para dos personas.

Sin embargo, no son pocos los especialistas que sostienen que el precio por metro cuadrado es sólo una forma caprichosa de calcular costos y precios. Y que esta unidad de medida es proporcionalmente más cara cuando más chico es el departamento.

Fuente: Clarín 

Link: http://arq.clarin.com/inmobiliario/CPAU-modificar-superficies-departamentos-CABA_0_1659434119.html 

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