A poco más de cuatro meses del cambio de gobierno, la billetera le sigue ganando al corazón y la mejora en el clima de negocios por el momento sólo se tradujo en contadas inversiones concretas. Una de las pocas excepciones es la del mercado inmobiliario, donde en las últimas semanas grandes desarrolladoras anunciaron proyectos por más de US$ 1200 millones en la construcción de torres de viviendas, oficinas y centros comerciales en Buenos Aires.
Detrás de estas inversiones no se encuentra una súbita vocación de servicio de los empresarios del rubro, sino más bien una lectura de lo que pasó con su negocio en la crisis de 2002 y del momento que vive la plaza inmobiliaria local en relación con la región. Los precios locales son sensiblemente inferiores a los de ciudades como San Pablo, Santiago de Chile o Bogotá por más que aparezcan como inaccesibles para la mayoría de las familias de clase media.
"El negocio del real estate siempre es el primero en reaccionar a una reactivación de la economía. Y el antecedente que tenemos es lo que pasó en 2002, cuando los desarrolladores inmobiliarios que se animaron a invertir hicieron grandes negocios. Ahora nadie quiere quedarse afuera por si pasa algo parecido", admite Alejandro Ginevra, presidente de la desarrolladora Gnvgroup que acaba de anunciar inversiones por US$ 190 millones para la construcción de una nueva torre de vivienda y un shopping center en el dique 1 de Puerto Madero.
La sensación compartida por todos los grandes desarrolladores es que si bien la coyuntura actual está lejos de ser tan favorable como la que se vivió en otros tiempos de auge inmobiliario, todo está dado para una reactivación de su negocio en el corto plazo. "Las tasas de interés rondando el 38% no ayudan a la hora de conseguir inversiones, pero a la vez hay una sensación casi unánime en el mercado de que las perspectivas de la economía argentina son muy buenas, y que en la segunda mitad del año se va a empezar a ver el cambio, lo que explica el interés de los inversores locales e internacionales", asegura Alberto Fernández Prieto, que con su desarrolladora inició la construcción de dos torres de vivienda con la marca Link, también en el dique 1 de Puerto Madero, asociados en el proyecto con Vizora, la firma del Banco Macro. En este caso, la inversión ronda los US$ 210 millones.
"Hoy estamos llenos de pedidos de búsqueda que, mirando los números de la economía argentina, a uno le cuesta un poco entender a qué obedecen. La realidad es que más allá del cepo cambiario, la situación macro no varió mucho de cómo venía con el anterior gobierno, pero hay un optimismo sobre el futuro de la economía argentina que es muy grande", se sincera Domingo Speranza, presidente de la consultora internacional Newmark Grubb Bacre.
"Las consultas de afuera son constantes y una vez resuelto el tema de la deudacreemos que se van a traducir en proyecto concretos", sostiene Diego Chevallier-Boutell, CEO de Rukán, la desarrolladora del grupo Pegasus, que está invirtiendo US$ 25 millones en una torre en Caballito.
El optimismo sobre las perspectivas que ofrece el mercado inmobiliario es compartido por el grupo IRSA, el principal desarrollador del mercado local y dueño de la mayoría de los shopping centers de la ciudad. La empresa -controlada por la familia Elsztain- acaba de anunciar un plan de inversiones por US$ 460 millones que incluye el desarrollo de un nuevo polo de oficinas en Saavedra, la construcción de una torre de oficinas en Catalinas y la ampliación de Alto Palermo y el Distrito Arcos.
"El hecho de que ya tuviéramos tierras compradas nos deja muy bien parados para hacer nuevos desarrollos en los buenos tiempos que se vienen. Conocemos el sector y tenemos un equipo con experiencia, por lo que vamos a aprovechar esta oportunidad", se entusiasma Elsztain.
Fuente: La Nación
Link: http://www.lanacion.com.ar/1889765-la-resurreccion-del-real-estate-despues-del-derrumbe-vuelven-las-inversiones-al-mercado-inmobiliario
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