Una de las librerías más importantes del mundo recibió el jueves pasado una placa de bronce otorgada por la Asociación Art Nouveau de Buenos Aires con el auspicio de FECOBA-CAME, y acompañados por AdbA Art Déco y Anticuarios de San Telmo. El reconocimiento se debe al rol importante que jugó en la conformación de los hábitos culturales de los porteños y que se tradujo en una arquitectura majestuosa que maravilla a turistas y locales.
Situado en la avenida Santa Fe 1860, el teatro Grand Splendid fue una iniciativa de un emprendedor austríaco, Max Glücksmann, que junto con los arquitectos Peró y Torres Armengol le dio vida a un edificio de estilo ecléctico, llamado así por sus detalles de art decó, barroco y art nouveau.
Desde entonces y hasta la fecha, el edificio siempre ha sido un espacio que desde su forma hasta su contenido rinde homenaje a la cultura. Incluso desde que corrió el telón por primera vez, en 1919, cobijó actividades sociales y artísticas que fueron rápidamente aprehendidas por la sociedad porteña, como los “Viernes de moda” y “Domingos selectos”. Los presentes gozaban de un doble espectáculo: el de arriba del escenario y el que daba la obra en la cúpula pintada por Nazareno Orlandi, que pone en escena la transición entre la época de guerra y la declaración de la paz.
En 1926 el teatro se convierte en una sala de cine, pero años después retoma su función original. La década de 1960 inaugura una nueva etapa para el tradicional edificio, cuando fue adquirido por Clemente Lococo, quien lo remodeló para adaptarlo y hacerlo competir con las salas más exitosas de la calle Corrientes. A pesar de décadas de cambios en su programación, en las que volvió a ser cine, el Splendid nunca perdió la elegancia que brota de su frente de estilo griego con cariátides que sostienen las balconadas en granito y su aspecto interior tan europeo.
En 2000, el Grupo Ilhsa, propietario de la librería Yenny - El Ateneo, lo rescató del olvido y de su destino como iglesia evangélica. Pero para ubicar allí a la mayor sucursal de la cadena, encargaron al arquitecto Fernando Manzone las tareas de remodelación y recuperación de su glorioso pasado. Se mantuvo la distribución de los espacios del teatro, como los accesos, la sala de proyección, los camarines y los palcos, que requirieron solo algo de restauración y pintura. Esto mismo se realizó en en el zaguán de entrada, en los cuatro niveles y en los ornamentos. Una de las tareas más difíciles de concretar fue la ampliación de un subsuelo para el área de literatura infantil, lo que requirió de tareas de excavación. Pero ni esta transformación ni las anteriores afectó la decisión de la Asociación Art Nouveau de Buenos Aires de destacar a este símbolo de la época de oro de la ciudad.
Fuente: Arq Clarin
Link: http://arq.clarin.com/patrimonio/Grand-Splendid-distinguido-Art-Nouveau_0_1047495387.html
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