La crónica policial en un principio parecía inequívoca: a las 7.30 de la mañana del domingo 27 de marzo, 5 delincuentes irrumpieron en el Palacio Barolo y desvalijaron siete oficinas. La primera explicación atribuyó el hecho a un asalto común y corriente, un grupo comando que aprovechó el poco movimiento del fin de semana largo para completar un golpe. Pero en las últimas horas la historia parece empezar a tomar otros rumbos.
Según una nota de Claudio Savoia, una de las oficinas asaltadas era una cueva de la SIDE en la que el ex Director de Operaciones Antonio "Jaime" Stiuso había guardado información clave del caso AMIA y del seguimiento del militante islámico Alejandro "Yusuf" Khalil, incluido en la denuncia de Alberto Nisman contra Cristina Fernández de Kirchner. Esta noticia, que transforma el simple robo en un hecho político, no hace más que alimentar el halo de misterio que rodea al edificio y contribuye una enigmática historia más a su ya rico panteón de leyendas.
El edificio fue completado por el arquitecto Mario Palanti en 1923, dos años más tarde de la fecha prevista. Tanto él como Luis Barolo, el propietario, italianos y fervorosos defensores de su cultura, querían inaugurar la torre en 1921 en conmemoración de los 600 años de la muerte del poeta Dante Alighieri, el máximo referente cultural de su país. Las demoras terminaron siendo más que un contratiempo, ya que Barolo falleció en 1922 en medio de un cúmulo de interrogantes. Tenía solo 52 años de edad y no tenía problemas de salud: las hipótesis más arriesgadas afirman que se suicidó debido a que no pudo terminar su edificio a tiempo, y a que le habían robado una misteriosa escultura hecha por Palanti que representaba el ascenso de Dante a los cielos.
Según el arquitecto Carlos Hilger, toda la composición del Palacio Barolo está basada en la métrica de la Divina Comedia, la máxima obra del poeta nacido en Florencia en 1265. Las bóvedas de acceso al edificio son nueve, mismo número que el de los anillos del Infierno en la obra de Dante. Los primeros 14 pisos corresponderían al Purgatorio y los restantes al Cielo. El faro colocado en la parte superior representaría a Dios. A su vez, los 100 metros de altura del Barolo corresponderían a los 100 cantos del poema, y los 22 pisos a las 22 estrofas que conmponen una gran parte de los cantos.
Además de ser compatriotas, se cree que Palanti y Barolo pertencían además a una logia masónica cuyo plan era construir un santuario en América del Sur para alojar las cenizas del Dante. Para el director Sebastián Schindel, quien investigó el tema mientras filmaba su documental El Rascacielos Latino, también es posible que hayan sido parte de la logia Fede Santa o de Los Templarios. El doctor Las Heras, un importante masón, afirma en la película que la famosa escultura que realizó Palanti y que iba a ser puesta en el hall central del edificio tiene inscripciones de la orden de Los Templarios que usaba la Fede Santa. Para los más osados, el plan de arquitecto y propietario había llegado a concretarse, y en esa escultura, que Palanti misteriosamente decidió hacer en Italia y no en la Argentina, habrían llegado hasta los restos del autor de la Divina Comedia hasta esta región del mundo.
La historia terminó de forma trágica para Barolo, y Palanti se volvió a Italia con los planos originales del edificio. Un ferviente fascista, quiso ponerse al servicio del régimen de Benito Mussolini, y ofreció construirle numerosos proyectos, entre ellos La Mole Littoria, una torre en honor a sus ideales que sería la más alta de Europa. Pero no pudo concretar nada y, tras enviarle una carta al Duce donde firmó "el campesino Mario Palanti", se retiró a vivir al campo, donde falleció en 1979, a los 94 años.
Fuente: Clarín
Link: http://arq.clarin.com/patrimonio/Palacio-Barolo-emblema-envuelto-misterio_0_1548445321.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario