La férrea decisión del gobierno porteño de rescatar el sur de la ciudad no es una utopía, sino una realidad que sorprende gratamente y que contemplan los vecinos con los ojos bien abiertos. Tal vez el comentario puede parecer exagerado, pero esta nueva mirada del sur porteño abre nuevas posibilidades de un crecimiento que se detuvo. Un área que quedó atrapada en el pasado y que parecía sin futuro: así permaneció durante décadas, con algunos intentos de recuperación. Pero no alcanzó.
Quienes han habitado durante toda su vida en este sector y que los sienten parte de su historia dan cuenta del atraso al que estuvo sometido, y se sorprenden y alegran por los cambios. Pero es imprescindible comprender que esta osada transformación no es mágica y que requiere tiempo e inversiones para su progresiva consolidación en busca de zonas amigables. Los grandes pasos dados con el Distrito Tecnológico en Parque de los Patricios, con muchas empresas instaladas y funcionando a pleno, son parte de ese cambio que surge y lo mismo que su vecina Barracas, que sigue el mismo camino, donde se suman edificios (en proceso de ejecución y otras terminadas) de diversa escala que motorizarán lo que viene: sinergia entre marcas que llegan y la propia dinámica de quienes ocupan oficinas y viviendas en un devenir que será más intenso a medida que transcurran los días y culminen las obras.
En medio de un contexto desmotivante por las razones que todos los que participan de este mercado conocen al dedillo, el hecho de que un área de la ciudad con enorme potencial brinde muestras de un cambio que será en el futuro notable (entre otras novedades se instalarán en el
Distrito Tecnológico dos prestigiosas universidades) se puede interpretar como una gran oportunidad para acercar proyectos no sólo comerciales, sino residenciales.
Es decir, un punto interesante de partida para considerar y salir a buscar negocios. Una renovación sustancial de ese mercado es evidente y de hecho, algunos proyectos incipientes se han animado a intercalarse para esos vecinos que ahora no sueñan con un cambio, sino que son parte de una realidad a la que tendrán que sumar sus propias iniciativas para que esos barrios adquieran la intensidad de otras zonas hace tiempo elegidas. ¿Se animarán nuevos actores a invertir en esas áreas?.
Fuente: La Nacion
Link: http://www.lanacion.com.ar/1678094-apostar-al-sur-una-oportunidad
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