La caída de la venta de usados se profundiza. En 2012, la cantidad de escrituras cayó casi el 30% en la Capital y la tendencia continúa.
Cierres de sucursales, despidos de personal y muchas caras largas. Centradas en el negocio de la compra y venta de propiedades usadas, las inmobiliarias cargan con la peor parte de la pesificación forzosa de un negocio habituado desde hace décadas a manejarse en dólares. “En 2012, el mercado mostró signos de profunda contracción, con una baja del 29% en la cantidad de escrituras”, dice un estudio elaborado por la consultora IES.
La depresión, en el mes de diciembre, se profundizó, al registrarse una caída del 47,2%, una tendencia que continuó en los primeros meses del año. A la falta de financiación y a las dificultades para operar con divisas norteamericanas, se suma la creciente desconfianza de los consumidores, dice IES. “Eso derivó en que se retiraran de la venta la mayoría de las unidades para volcarlas al mercado del alquiler. Y las pocas ventas que se concretaron fueron realizadas por tenedores de dólares o en pesos a un tipo de cambio cercano al marginal”, concluye el informe.
La caída actual es una de las más fuertes de los últimos tiempos. Y es “un fenómeno que no se verificaba desde la crisis que tuvo lugar entre fines de 2008 hasta casi finalizar 2009”, puntualiza otro informe, en este caso de abeceb. De un año a otro, la cantidad de escrituras en la Capital pasó de 69.060 a 51.664. En 2011 se escrituraron 63.999 propiedades y un año después, la cifra cayó a 46.615, lo que representa una baja del 27,2%.
“La gente no se acostumbró a hablar en pesos y el ladrillo es considerado un commoditie”, interpretó Mario Korn, titular de la inmobiliaria de su mismo apellido. Korn sostiene que “la oferta mermó por la incertidumbre. Y la demanda se mueve por necesidad, los inversores existen pero exigen condiciones ventajosas en cuanto al precio”.
El panorama es paradójico: la retracción de la oferta, es decir, la renuncia de los propietarios a vender sus inmuebles, se contrapone con el crónico déficit habitacional entre los sectores de clase media, aquejados por la falta de financiamiento. “El negocio maneja cuatro variables: el precio de la propiedad, el plazo de amortización del crédito, la tasa de interés y el salario. Cuando existen desajustes, es cuando resulta necesario la intervención del Estado”, opina Carlos Molinari, de Real Estate Investment.
En el sector coinciden en que las cotizaciones de las propiedades cayeron, en un rango de entre el 15 y 20% medido en dólares, al menos en aquellas pocas operaciones que se concretan. ¿Dólar oficial o dólar blue? “Los propietarios tienen sus propiedades en dólares blue. En la medida que sus necesidades financieras no apremien, demoran su oferta a la espera de una determinación de precios y de una mayor certidumbre macro”, sostiene el estudio de abeceb.
La consultora remarca que desde la implementación del cepo cambiario, en noviembre de 2011, a diciembre del año pasado, el precio de las propiedades creció un 16,2% tomando como referencia el dólar oficial y un 47,4%, con respecto al blue. “Esta brecha es la que traba al mercado inmobiliario de usados”, concluye abeceb.
En algún punto, la venta de propiedades nuevas y alquileres de oficinas y locales ofrecen algunas alternativas para las empresas del sector. “Los nuevos desarrollos apuntan a reducir superficies de las unidades, en general monoambientes o a lo sumo, de dos ambientes. En realidad, en el mercado todos buscan armar esquemas en pesos”, interpretó José Rozados, director de la consultora especializada Reporte Inmobiliario.
Fuente: IECO Clarin
Link: http://www.ieco.clarin.com/economia/Inmobiliarias-peor-momento_0_901110114.html
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domingo, 21 de abril de 2013
Inmobiliarias, en su peor momento
La caída de la venta de usados se profundiza. En 2012, la cantidad de escrituras cayó casi el 30% en la Capital y la tendencia continúa.
Cierres de sucursales, despidos de personal y muchas caras largas. Centradas en el negocio de la compra y venta de propiedades usadas, las inmobiliarias cargan con la peor parte de la pesificación forzosa de un negocio habituado desde hace décadas a manejarse en dólares. “En 2012, el mercado mostró signos de profunda contracción, con una baja del 29% en la cantidad de escrituras”, dice un estudio elaborado por la consultora IES.
La depresión, en el mes de diciembre, se profundizó, al registrarse una caída del 47,2%, una tendencia que continuó en los primeros meses del año. A la falta de financiación y a las dificultades para operar con divisas norteamericanas, se suma la creciente desconfianza de los consumidores, dice IES. “Eso derivó en que se retiraran de la venta la mayoría de las unidades para volcarlas al mercado del alquiler. Y las pocas ventas que se concretaron fueron realizadas por tenedores de dólares o en pesos a un tipo de cambio cercano al marginal”, concluye el informe.
La caída actual es una de las más fuertes de los últimos tiempos. Y es “un fenómeno que no se verificaba desde la crisis que tuvo lugar entre fines de 2008 hasta casi finalizar 2009”, puntualiza otro informe, en este caso de abeceb. De un año a otro, la cantidad de escrituras en la Capital pasó de 69.060 a 51.664. En 2011 se escrituraron 63.999 propiedades y un año después, la cifra cayó a 46.615, lo que representa una baja del 27,2%.
“La gente no se acostumbró a hablar en pesos y el ladrillo es considerado un commoditie”, interpretó Mario Korn, titular de la inmobiliaria de su mismo apellido. Korn sostiene que “la oferta mermó por la incertidumbre. Y la demanda se mueve por necesidad, los inversores existen pero exigen condiciones ventajosas en cuanto al precio”.
El panorama es paradójico: la retracción de la oferta, es decir, la renuncia de los propietarios a vender sus inmuebles, se contrapone con el crónico déficit habitacional entre los sectores de clase media, aquejados por la falta de financiamiento. “El negocio maneja cuatro variables: el precio de la propiedad, el plazo de amortización del crédito, la tasa de interés y el salario. Cuando existen desajustes, es cuando resulta necesario la intervención del Estado”, opina Carlos Molinari, de Real Estate Investment.
En el sector coinciden en que las cotizaciones de las propiedades cayeron, en un rango de entre el 15 y 20% medido en dólares, al menos en aquellas pocas operaciones que se concretan. ¿Dólar oficial o dólar blue? “Los propietarios tienen sus propiedades en dólares blue. En la medida que sus necesidades financieras no apremien, demoran su oferta a la espera de una determinación de precios y de una mayor certidumbre macro”, sostiene el estudio de abeceb.
La consultora remarca que desde la implementación del cepo cambiario, en noviembre de 2011, a diciembre del año pasado, el precio de las propiedades creció un 16,2% tomando como referencia el dólar oficial y un 47,4%, con respecto al blue. “Esta brecha es la que traba al mercado inmobiliario de usados”, concluye abeceb.
En algún punto, la venta de propiedades nuevas y alquileres de oficinas y locales ofrecen algunas alternativas para las empresas del sector. “Los nuevos desarrollos apuntan a reducir superficies de las unidades, en general monoambientes o a lo sumo, de dos ambientes. En realidad, en el mercado todos buscan armar esquemas en pesos”, interpretó José Rozados, director de la consultora especializada Reporte Inmobiliario.
Fuente: IECO Clarin
Link: http://www.ieco.clarin.com/economia/Inmobiliarias-peor-momento_0_901110114.html
Cierres de sucursales, despidos de personal y muchas caras largas. Centradas en el negocio de la compra y venta de propiedades usadas, las inmobiliarias cargan con la peor parte de la pesificación forzosa de un negocio habituado desde hace décadas a manejarse en dólares. “En 2012, el mercado mostró signos de profunda contracción, con una baja del 29% en la cantidad de escrituras”, dice un estudio elaborado por la consultora IES.
La depresión, en el mes de diciembre, se profundizó, al registrarse una caída del 47,2%, una tendencia que continuó en los primeros meses del año. A la falta de financiación y a las dificultades para operar con divisas norteamericanas, se suma la creciente desconfianza de los consumidores, dice IES. “Eso derivó en que se retiraran de la venta la mayoría de las unidades para volcarlas al mercado del alquiler. Y las pocas ventas que se concretaron fueron realizadas por tenedores de dólares o en pesos a un tipo de cambio cercano al marginal”, concluye el informe.
La caída actual es una de las más fuertes de los últimos tiempos. Y es “un fenómeno que no se verificaba desde la crisis que tuvo lugar entre fines de 2008 hasta casi finalizar 2009”, puntualiza otro informe, en este caso de abeceb. De un año a otro, la cantidad de escrituras en la Capital pasó de 69.060 a 51.664. En 2011 se escrituraron 63.999 propiedades y un año después, la cifra cayó a 46.615, lo que representa una baja del 27,2%.
“La gente no se acostumbró a hablar en pesos y el ladrillo es considerado un commoditie”, interpretó Mario Korn, titular de la inmobiliaria de su mismo apellido. Korn sostiene que “la oferta mermó por la incertidumbre. Y la demanda se mueve por necesidad, los inversores existen pero exigen condiciones ventajosas en cuanto al precio”.
El panorama es paradójico: la retracción de la oferta, es decir, la renuncia de los propietarios a vender sus inmuebles, se contrapone con el crónico déficit habitacional entre los sectores de clase media, aquejados por la falta de financiamiento. “El negocio maneja cuatro variables: el precio de la propiedad, el plazo de amortización del crédito, la tasa de interés y el salario. Cuando existen desajustes, es cuando resulta necesario la intervención del Estado”, opina Carlos Molinari, de Real Estate Investment.
En el sector coinciden en que las cotizaciones de las propiedades cayeron, en un rango de entre el 15 y 20% medido en dólares, al menos en aquellas pocas operaciones que se concretan. ¿Dólar oficial o dólar blue? “Los propietarios tienen sus propiedades en dólares blue. En la medida que sus necesidades financieras no apremien, demoran su oferta a la espera de una determinación de precios y de una mayor certidumbre macro”, sostiene el estudio de abeceb.
La consultora remarca que desde la implementación del cepo cambiario, en noviembre de 2011, a diciembre del año pasado, el precio de las propiedades creció un 16,2% tomando como referencia el dólar oficial y un 47,4%, con respecto al blue. “Esta brecha es la que traba al mercado inmobiliario de usados”, concluye abeceb.
En algún punto, la venta de propiedades nuevas y alquileres de oficinas y locales ofrecen algunas alternativas para las empresas del sector. “Los nuevos desarrollos apuntan a reducir superficies de las unidades, en general monoambientes o a lo sumo, de dos ambientes. En realidad, en el mercado todos buscan armar esquemas en pesos”, interpretó José Rozados, director de la consultora especializada Reporte Inmobiliario.
Fuente: IECO Clarin
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