Flores, con luces y sombras
La postergación indefinida del subte planchó el mercado residencial. Pero surgen novedades en el polo textil.
Unos pocos años atrás, las obras de prolongación de la línea de subte A desde Primera Junta hasta la avenida Nazca (San Pedrito al Sur) tuvieron un impacto positivo sobre el barrio de Flores. Propietarios de lotes y desarrolladores se ilusionaron con la idea de que Caballito y Flores iban a unificar sus mercados inmobiliarios. Al fin y al cabo, Flores tenía para ofrecer los terrenos que en Caballito empezaban a escasear para nuevos emprendimientos inmobiliarios.
Aunque el subte llegó sólo hasta Carabobo, el efecto se hizo sentir con una valorización de los inmuebles: hoy la incidencia del terreno en Flores es de 250 a 350 US$/m2, y el valor de las unidades a estrenar llegó a 1.700 o 1.800 US$/m2. Pero en el último año y medio la incertidumbre respecto del valor del dólar frenó en buena medida el mercado de unidades usadas, según explica José Kloc, titular de la inmobiliaria que lleva su nombre.
Varios de los brokers consultados cuentan que la debacle se inició en el periodo en que el dólar “blue” trepó de $ 6,40 a $ 8,70. Mauro Echarre, directivo de la inmobiliaria que lleva su mismo apellido, agrega que resulta muy difícil explicarles a quienes los que quieren vender que sus departamentos valen en dólares hasta un 20% menos que en 2011. “El problema es que igual no se vende”, concluye.
Así y todo, en los últimos cinco años se construyeron en Flores muchos edificios nuevos con departamentos de 1 y 2 ambientes, para inversores, dentro del cuadrilátero delimitado por las calles Ramón Falcón y Pedernera y las avenida Juan B. Alberdi (algunos lo amplían hasta Directorio) y Carabobo. Pero este año muchos de ellos se quedaron sin vender.
Echarre cuenta que su firma participó del desarrollo de dos edificios terminados de los que aún no se “terminó de vender” una sola unidad: uno en Directorio y Quirno, y otro en Tandil y Pedernera. “Los inversores pusieron plata en preventa, que es un valor más accesible, pero los usuarios finales no aparecieron ni con cuotas en pesos sin interés”, agrega.
Hacia el otro lado de Rivadavia, donde la avenida Avellaneda define un área industrial y comercial textil con una rica mezcla de colectividades (árabe, judía sefaradí, coreana, boliviana), los brokers de la zona apuestan a la evolución de este sector productivo. “Nuestra expectativa es que los comerciantes y productores de talleres vayan mutando su modalidad de trabajo, que dejen de dedicarse exclusivamente a los talleres y empiecen a demandar oficinas y estudios profesionales de diseño”, se ilusiona Araceli Pane, de la inmobiliaria Goldstar.
En esa zona, un terreno apto para construir un establecimiento textil se cotiza en más de US$ 500 mil. Al parecer, el primer producto que busca cambiarle la cara al área es el edificio de oficinas y locales comerciales Gaona 3795, con una piel de vidrio inusual para el barrio, locales en planta baja y seis pisos de plantas flexibles que pueden dividirse en tres oficinas, que se comercializan hoy a 1.800 US$/m2. Se está construyendo en la esquina de la avenida Gaona y Cuenca, justo el vértice Noroeste de Flores, y es un desarrollo de Nexo Propiedades, con base en Palermo Hollywood.
Su titular, Elbio Stoler, explica que el edificio responde a la demanda creciente de oficinas y showrooms no sólo por parte de las empresas textiles, sino también de contadores, abogados y otros profesionales ligados a ese rubro. Tal vez, el primer mojón del Flores futuro.
Fuente: ARQ Clarin
Link: http://arq.clarin.com/inmobiliario/Flores-luces-sombras_0_910709261.html
Flores, con luces y sombras
La postergación indefinida del subte planchó el mercado residencial. Pero surgen novedades en el polo textil.
Unos pocos años atrás, las obras de prolongación de la línea de subte A desde Primera Junta hasta la avenida Nazca (San Pedrito al Sur) tuvieron un impacto positivo sobre el barrio de Flores. Propietarios de lotes y desarrolladores se ilusionaron con la idea de que Caballito y Flores iban a unificar sus mercados inmobiliarios. Al fin y al cabo, Flores tenía para ofrecer los terrenos que en Caballito empezaban a escasear para nuevos emprendimientos inmobiliarios.
Aunque el subte llegó sólo hasta Carabobo, el efecto se hizo sentir con una valorización de los inmuebles: hoy la incidencia del terreno en Flores es de 250 a 350 US$/m2, y el valor de las unidades a estrenar llegó a 1.700 o 1.800 US$/m2. Pero en el último año y medio la incertidumbre respecto del valor del dólar frenó en buena medida el mercado de unidades usadas, según explica José Kloc, titular de la inmobiliaria que lleva su nombre.
Varios de los brokers consultados cuentan que la debacle se inició en el periodo en que el dólar “blue” trepó de $ 6,40 a $ 8,70. Mauro Echarre, directivo de la inmobiliaria que lleva su mismo apellido, agrega que resulta muy difícil explicarles a quienes los que quieren vender que sus departamentos valen en dólares hasta un 20% menos que en 2011. “El problema es que igual no se vende”, concluye.
Así y todo, en los últimos cinco años se construyeron en Flores muchos edificios nuevos con departamentos de 1 y 2 ambientes, para inversores, dentro del cuadrilátero delimitado por las calles Ramón Falcón y Pedernera y las avenida Juan B. Alberdi (algunos lo amplían hasta Directorio) y Carabobo. Pero este año muchos de ellos se quedaron sin vender.
Echarre cuenta que su firma participó del desarrollo de dos edificios terminados de los que aún no se “terminó de vender” una sola unidad: uno en Directorio y Quirno, y otro en Tandil y Pedernera. “Los inversores pusieron plata en preventa, que es un valor más accesible, pero los usuarios finales no aparecieron ni con cuotas en pesos sin interés”, agrega.
Hacia el otro lado de Rivadavia, donde la avenida Avellaneda define un área industrial y comercial textil con una rica mezcla de colectividades (árabe, judía sefaradí, coreana, boliviana), los brokers de la zona apuestan a la evolución de este sector productivo. “Nuestra expectativa es que los comerciantes y productores de talleres vayan mutando su modalidad de trabajo, que dejen de dedicarse exclusivamente a los talleres y empiecen a demandar oficinas y estudios profesionales de diseño”, se ilusiona Araceli Pane, de la inmobiliaria Goldstar.
En esa zona, un terreno apto para construir un establecimiento textil se cotiza en más de US$ 500 mil. Al parecer, el primer producto que busca cambiarle la cara al área es el edificio de oficinas y locales comerciales Gaona 3795, con una piel de vidrio inusual para el barrio, locales en planta baja y seis pisos de plantas flexibles que pueden dividirse en tres oficinas, que se comercializan hoy a 1.800 US$/m2. Se está construyendo en la esquina de la avenida Gaona y Cuenca, justo el vértice Noroeste de Flores, y es un desarrollo de Nexo Propiedades, con base en Palermo Hollywood.
Su titular, Elbio Stoler, explica que el edificio responde a la demanda creciente de oficinas y showrooms no sólo por parte de las empresas textiles, sino también de contadores, abogados y otros profesionales ligados a ese rubro. Tal vez, el primer mojón del Flores futuro.
Fuente: ARQ Clarin
Link: http://arq.clarin.com/inmobiliario/Flores-luces-sombras_0_910709261.html
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