Hasta principios de la semana pasada, todo parecía indicar que se avanzaría con las obras de recuperación del parque Lezama, que incluyen la colocación de rejas en el 75% de su perímetro. Sin embargo, a raíz del rechazo de un grupo de asambleístas, y a un mes de los hechos de violencia suscitados en el hospital Borda, el enrejado quedó pospuesto, según confirmó a LA NACION el ministro de Espacio Público, Diego Santilli, "hasta hablar con todas las partes".
"No significa que no se van a poner las rejas, sino que no vamos a empezar [a colocarlas] hasta limar asperezas, a sabiendas de que hay un 70% de los vecinos que sí las quiere", explicó el ministro. Ante la consulta de si esta decisión busca evitar un escenario similar a la acción represiva de la Policía Metropolitana en el hospital de salud mental, respondió: "No se va a tomar ninguna decisión intempestiva". Sin precisar plazos para el inicio de las obras, afirmó que esta semana volverá a reunirse con miembros de la Asamblea del Parque Lezama.
Esta agrupación, además de oponerse al enrejado, rechaza la instalación de un espejo de agua en el anfiteatro de la calle Brasil y la remoción de dos canchitas de fútbol sobre la avenida Martín García. En respuesta a estos dos puntos, el ministro Santilli sostuvo que "las canchas no se van a ver afectadas por el proyecto" y que "se están buscando alternativas" para las reformas en el anfiteatro, "siempre y cuando estén dentro del marco de la ley". Para los asambleístas, la restauración de un espejo de agua en ese espacio, que hoy tiene gradas y piso de cemento, impediría que se usara "como un espacio de reunión".
La Asamblea es un grupo de entre 50 y 70 personas que se formó en los dos últimos meses, al calor de manifestaciones y cortes de calles. Además de la adhesión de organizaciones sociales, políticas y barriales (entre las que se encuentran Los Pibes y Movimiento Evita; y también Quebracho, las asambleas del parque Centenario, de la plaza Dorrego y de la Sala Alberdi), el martes consiguieron el aval de 23 legisladores de la oposición, entre los que se destacan Aníbal Ibarra (Frente Progresista Popular), María José Lubertino (Frente para la Victoria) y Alejandro Bodart (Movimiento Socialista de los Trabajadores).
Mauricio, uno de los integrantes de la organización (que no quiso dar a conocer su apellido), aseguró a LA NACION que "cerrar el parque es ilegal" y que "las rejas van contra la libertad de todos de usar los espacios públicos sin que alguien fije el horario con una llave". "No queremos que pase lo del Centenario, que un día se despertaron y de pronto vieron las rejas", agregó.
Una pintada muestra el rechazo de algunos vecinos a la instalación de la reja.
Foto: Emiliano Lasalvia
A pesar de contar con el aval de organizaciones políticas alineadas con el gobierno nacional, Mauricio explicó que el movimiento es "espontáneo" y "apartidario". "Son adherentes. Algunos vienen a nuestras asambleas y apoyan nuestra lucha, pero la asamblea no está tomada", afirmó.
Otros vecinos, sin embargo, mantienen un punto de vista diferente al de los asambleístas. "Las rejas no enamoran a nadie. Ojalá pudiéramos estar sin colocarlas, pero en los tiempos que vivimos invertir millones en poner en valor el parque y no enrejarlo sería como dejar un helado al sol", explicó a LA NACION.
Graciela Fernández, miembro de la organización Mirador del Lezama, que desde hace 8 años trabaja por la recuperación y conservación del parque.
Desde esta asociación se sienten dubitativos y decepcionados frente a la decisión de Santilli. "Hace meses comprometieron su palabra de que la puesta del proyecto se iba a hacer y hoy hay un silencio de radio. Nos da la impresión de que otros grupos, que no son vecinos, tienen más peso frente a las autoridades, por presión", afirman.
El Proyecto de Recuperación Histórica del Parque Lezama es un plan integral de puesta en valor de esta área emblemática de la ciudad, en cuya primera etapa contempla la colocación de una reja en el 75% de su perímetro y la restauración de monumentos y obras de arte.
Por el momento sólo se realiza la restauración de esculturas, a cargo del departamento de Monumentos y Obras de Arte (MOA). Mientras tanto, los balcones deteriorados sobre la avenida Colón, la arboleda originaria ya seca o a punto de morir, los senderos rotos por el crecimiento de las raíces de los árboles y las familias que, en situación de calle, viven en el parque siguen reclamando atención.
MÁS DE UNA DÉCADA DE CERCOS
En la ciudad, esta iniciativa comenzó hace 15 años
La iniciativa gubernamental de colocar rejas en plazas y parques de la ciudad comenzó hace 15 años. Actualmente, uno de cada tres espacios verdes está cercado. Hasta antes de que se enrejara el perímetro del parque Centenario, en Caballito, 80 de los 250 parques y plazas de la Capital contaban con vallado perimetral.
En 1996 se inauguró el cerco que rodea al Rosedal de Palermo; en 1998, una empalizada en la parte trasera del parque Thays, que terminó de ser vallado en 2002. Para 2004, ya había colocadas rejas en 35 espacios verdes. Recientemente, el enrejado del parque Centenario fue el más polémico y suscitó disturbios entre los vecinos.
.Fuente: La Nacion
Link: http://www.lanacion.com.ar/1587968-posponen-las-obras-por-el-enrejado-del-parque-lezama
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