sábado, 14 de julio de 2012

Entrevista a Clorindo Testa. El valor de interpretar el momento

Con sus 88 años, Clorindo Testa es uno de los nombres principales de la arquitectura argentina.


Al conversar con uno de las grandes protagonistas de la arquitectura argentina, enseguida se advierte a una persona pensante y serena que está muy atento en la entrevista y que se refiere sobre su trabajo con la misma pasión que lo realiza desde muy joven. Repasa uno a uno sus pasos de una carrera que en la actualidad lo tiene muy presente y actualizado con las últimas concepciones de la actividad.

De Clorindo Testa se trata, nacido en Nápoles hace 88 años, porque su padre Juan Andrés Testa (médico de profesión), era un hombre que mantenía muchos lazos afectivos con Italia. Pero al poco tiempo de nacer volvieron para nuestro país y así pasó su niñez en familia junto con su madre Esther, el papá y tres hermanos, en Buenos Aires.

De pequeño le gustaban los barcos pero varias charlas, en especial, las que mantuvo con su padre, lo condujeron para que de todas las carreras posibles no siga la medicina, algo que no le disgustaba.

Clorindo hizo caso y abrazó no sólo la arquitectura sino también el arte, ya que es un artista con todas las letras, pinta cuadros desde 1951, y el mismo día de la entrevista recibió pedidos para exponer sus obras en una galería de arte en Buenos Aires.

-¿Dónde estudió Clorindo?
-Estudié en la Universidad de Buenos Aires, egresé en 1947.

-¿Cómo fueron sus primeros momentos en la arquitectura?
-Al principio y con el título me fui a Italia, aunque recorrí otros países de Europa, y recién en 1950 volví a Buenos Aires. La experiencia fue formidable y me ayudó a profundizar lo aprendido.

-¿De vuelta en la Argentina, cuál fue el primer trabajo?
-Sentí una gran emoción, cuando ganamos el concurso nacional para la construcción del edificio de la Cámara Argentina de la Construcción. Fue en 1951, y el concurso lo ganamos junto con Francisco Rossi, Boris Dabinovic y Augusto. Me acerqué a ellos por una invitación del propio Rossi de quien fui compañero en la facultad.

-¿De sus obras, la de la Biblioteca Nacional, es la más importante?
-Diría que todas son importantes, esta fue clave porque era algo público, y muy renovador. La hicimos en sociedad con los arquitectos Francisco Bullrich y Alicia Cazzaniga. Lo malo que por los avatares de la política y las aprobaciones de presupuestos demoró casi 15 años en concretarse, y eso que la iniciamos en 1962. Pero los parasoles se colocarán entre fines de este año y el próximo, para el cual ya estamos trabajando para que se apruebe todo.


-¿Qué piensa de la arquitectura moderna?
-Hoy se realizan muy buenos trabajos, hay arquitectos que se esmeran por definir muy bien sus obras, siendo clave el anteproyecto y la serenidad para confirmar los pasos a seguir y que tanto el dueño o quien encabece la obra sea consiente de todo. Somos de asesorar mucho a la persona. Lo mejor de estos tiempos y el camino es lo sustentable.

-Muy a menudo empiezan a surgir obras de estas características. ¿Es lo más innovador en la actividad en la actualidad?
-Si, y la verdad que muchos edificios ya se plantean con este sistema o se busca por todos los medios aprovechar por completo el agua, la energía, y otros elementos claves para que una construcción sea sustentable, como por ejemplo las terrazas verdes.

-¿Qué le aconseja a los estudiantes de esta carrera?
-Que ante todo sepan leer e interpretar el momento, hoy es el momento de lo sustentable, y hacia ese camino deben ir. No podemos hablar de minimalismo ni otros estilos, por lo tanto es decisivo que se ajusten a la realidad. Por otra parte, hoy existen muy buenos materiales para realizar cosas muy lindas, y colores de los más variados para pintar las distintas áreas de cada ambiente o espacio.

Otros trabajos

Clorindo Testa trabajó en su vida en más de 50 obras, por ejemplo en el Edificio Anexo de la Cámara de Diputados de la Nación, Buenos Aires, asociado con los arquitectos Sánchez Elía, Peralta Ramos y Agostini, como también proyectó para el Banco de Londres y América del Sud (ubicado en la Avenida Santa Fe y Junín, Buenos Aires), asociado con los mismos arquitectos. En los 70 encabezó otra construcción de magnitud como el Hospital Naval Central de Buenos Aires (frente al Parque Centenario), asociado con los arquitectos Héctor Lacarra y Juan Genoud, en tanto que su propio estudio lo montó a principios de la década del 70. Pero a la vez nunca dejó de pintar sus cuadros de estilo abstracto, ante todo. Tiene varias obras, entre ellas El cerro de Potosí y las mulas del General Belgrano, que data de los 90, o Esquinas de Buenos Aires, entre otros.

Una trayectoria que se respaldó en la familia y sus amigos. Casado con Teresa Bortagaray, tuvieron a Joaquina, que actualmente está en otro país, pero todos los días se conecta vía webcam para hablar de los distintos temas entre padre e hija. En su juventud supo practicar esgrima, en el Colegio Italiano y luego en el Club Francés. También gusta de la lectura y de la buena comida.

En estos días además de pintar en su estudio también atiende de cerca la construcción de algunas casas tanto en Buenos Aires como el algunas ciudades del interior, como para mantener viva su pasión de siempre y su capacidad para sobrellevar proyectos que en la mayoría de los casos han marcado un camino a seguir tanto para los arquitectos actuales como para los que vendrán.


Fuente: Grupo Construya

Link: http://www.grupoconstruya.com/notas/Informes_Detalles.asp?CCTN=3330&CINF=309

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sábado, 14 de julio de 2012

Entrevista a Clorindo Testa. El valor de interpretar el momento

Con sus 88 años, Clorindo Testa es uno de los nombres principales de la arquitectura argentina.


Al conversar con uno de las grandes protagonistas de la arquitectura argentina, enseguida se advierte a una persona pensante y serena que está muy atento en la entrevista y que se refiere sobre su trabajo con la misma pasión que lo realiza desde muy joven. Repasa uno a uno sus pasos de una carrera que en la actualidad lo tiene muy presente y actualizado con las últimas concepciones de la actividad.

De Clorindo Testa se trata, nacido en Nápoles hace 88 años, porque su padre Juan Andrés Testa (médico de profesión), era un hombre que mantenía muchos lazos afectivos con Italia. Pero al poco tiempo de nacer volvieron para nuestro país y así pasó su niñez en familia junto con su madre Esther, el papá y tres hermanos, en Buenos Aires.

De pequeño le gustaban los barcos pero varias charlas, en especial, las que mantuvo con su padre, lo condujeron para que de todas las carreras posibles no siga la medicina, algo que no le disgustaba.

Clorindo hizo caso y abrazó no sólo la arquitectura sino también el arte, ya que es un artista con todas las letras, pinta cuadros desde 1951, y el mismo día de la entrevista recibió pedidos para exponer sus obras en una galería de arte en Buenos Aires.

-¿Dónde estudió Clorindo?
-Estudié en la Universidad de Buenos Aires, egresé en 1947.

-¿Cómo fueron sus primeros momentos en la arquitectura?
-Al principio y con el título me fui a Italia, aunque recorrí otros países de Europa, y recién en 1950 volví a Buenos Aires. La experiencia fue formidable y me ayudó a profundizar lo aprendido.

-¿De vuelta en la Argentina, cuál fue el primer trabajo?
-Sentí una gran emoción, cuando ganamos el concurso nacional para la construcción del edificio de la Cámara Argentina de la Construcción. Fue en 1951, y el concurso lo ganamos junto con Francisco Rossi, Boris Dabinovic y Augusto. Me acerqué a ellos por una invitación del propio Rossi de quien fui compañero en la facultad.

-¿De sus obras, la de la Biblioteca Nacional, es la más importante?
-Diría que todas son importantes, esta fue clave porque era algo público, y muy renovador. La hicimos en sociedad con los arquitectos Francisco Bullrich y Alicia Cazzaniga. Lo malo que por los avatares de la política y las aprobaciones de presupuestos demoró casi 15 años en concretarse, y eso que la iniciamos en 1962. Pero los parasoles se colocarán entre fines de este año y el próximo, para el cual ya estamos trabajando para que se apruebe todo.


-¿Qué piensa de la arquitectura moderna?
-Hoy se realizan muy buenos trabajos, hay arquitectos que se esmeran por definir muy bien sus obras, siendo clave el anteproyecto y la serenidad para confirmar los pasos a seguir y que tanto el dueño o quien encabece la obra sea consiente de todo. Somos de asesorar mucho a la persona. Lo mejor de estos tiempos y el camino es lo sustentable.

-Muy a menudo empiezan a surgir obras de estas características. ¿Es lo más innovador en la actividad en la actualidad?
-Si, y la verdad que muchos edificios ya se plantean con este sistema o se busca por todos los medios aprovechar por completo el agua, la energía, y otros elementos claves para que una construcción sea sustentable, como por ejemplo las terrazas verdes.

-¿Qué le aconseja a los estudiantes de esta carrera?
-Que ante todo sepan leer e interpretar el momento, hoy es el momento de lo sustentable, y hacia ese camino deben ir. No podemos hablar de minimalismo ni otros estilos, por lo tanto es decisivo que se ajusten a la realidad. Por otra parte, hoy existen muy buenos materiales para realizar cosas muy lindas, y colores de los más variados para pintar las distintas áreas de cada ambiente o espacio.

Otros trabajos

Clorindo Testa trabajó en su vida en más de 50 obras, por ejemplo en el Edificio Anexo de la Cámara de Diputados de la Nación, Buenos Aires, asociado con los arquitectos Sánchez Elía, Peralta Ramos y Agostini, como también proyectó para el Banco de Londres y América del Sud (ubicado en la Avenida Santa Fe y Junín, Buenos Aires), asociado con los mismos arquitectos. En los 70 encabezó otra construcción de magnitud como el Hospital Naval Central de Buenos Aires (frente al Parque Centenario), asociado con los arquitectos Héctor Lacarra y Juan Genoud, en tanto que su propio estudio lo montó a principios de la década del 70. Pero a la vez nunca dejó de pintar sus cuadros de estilo abstracto, ante todo. Tiene varias obras, entre ellas El cerro de Potosí y las mulas del General Belgrano, que data de los 90, o Esquinas de Buenos Aires, entre otros.

Una trayectoria que se respaldó en la familia y sus amigos. Casado con Teresa Bortagaray, tuvieron a Joaquina, que actualmente está en otro país, pero todos los días se conecta vía webcam para hablar de los distintos temas entre padre e hija. En su juventud supo practicar esgrima, en el Colegio Italiano y luego en el Club Francés. También gusta de la lectura y de la buena comida.

En estos días además de pintar en su estudio también atiende de cerca la construcción de algunas casas tanto en Buenos Aires como el algunas ciudades del interior, como para mantener viva su pasión de siempre y su capacidad para sobrellevar proyectos que en la mayoría de los casos han marcado un camino a seguir tanto para los arquitectos actuales como para los que vendrán.


Fuente: Grupo Construya

Link: http://www.grupoconstruya.com/notas/Informes_Detalles.asp?CCTN=3330&CINF=309

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