El sector inmobiliario se prepara para expandirse en 2017 con el blanqueo y los créditos hipotecarios como combustible. Mientras la construcción no llegó a levantar cabeza en 2016, el año terminó con un 14% de aumento en las escrituras realizadas en la Ciudad de Buenos Aires. Los analistas coinciden en que el fin del cepo fue decisivo para este repunte. Para el año próximo, vaticinan que se sentirá el efecto del blanqueo. La incógnita es qué ocurrirá con los préstamos, los anabólicos que podrían empujar a un mayor desarrollo del sector.
José Rozados, de Reporte Inmobiliario, abre el paraguas. “Suponemos que va a ser un año algo mejor que este, pero no se puede esperar una recuperación muy fuerte. Las proyecciones para 2017 son menos optimistas de lo que eran a principios de año. Había muchas expectativas de que para esta altura el crédito hipotecario estuviera funcionando mejor”. Ante el 2017, señala que se prevé un mercado que irá mejorando “a medida que se reduzca la conflictividad. Hay interés, pero las inversiones están retenidas. Hasta que no se resuelva la conflictividad que pone en duda el sostenimiento de las medidas macroeconómicas en el largo plazo no se puede esperar una llegada masiva de inversiones”.
Respecto a los créditos, Rozados señala que “falta que haya convicción comercial de colocación de hipotecarios. En ese sentido, el más agresivo fue el banco Nación”.
A la espera del despegue de los préstamos hipotecarios, por ahora la carta ganadora es el blanqueo. “El blanqueo va a ayudar. Ya empezó de forma incipiente. Muchos de los fondos que se blanquearon ya lo hicieron pensando en invertir en la compra de algún inmueble”, dice Rozados.
Carlos Spina, gerente comercial de Argencons, considera que el blanqueo “brindará una nueva masa de dinero susceptible de convertirse en demanda. Dependerá de la macro, las expectativas y de los proyectos que los desarrolladores presenten”. El titular de la Cámara Inmobiliaria Argentina (CIA), Alejandro Juan Bennazar, apunta que con motivo del blanqueo “hubo muchas consultas y pedido de tasaciones, aunque no se concretaron muchas ventas”.
Javier Dborkin, director de Boston Andes Capital, estima que el 2016 “fue un año de transición con muchas variables en un eventual reacomodamiento” y señala que 2017 “será un año en donde se comiencen a medir los resultados de la gestión del Gobierno, con expectativa de crecimiento y más dinero volcado al mercado inmobiliario proveniente del blanqueo y del eventual rebote de la economía”.
En el mercado coinciden en que con el blanqueo, los Fondos Cerrados Inmobiliarios despertaron interés. Se especula con que podrían volcarse unos US$2.000 millones en la economía real a través de estos mecanismos. Uno de estos proyectos es el del FCI Allaria Residencial CasasARG, que ya obtuvo US$30 millones en fondos. Según informaron, más de 70 clientes, en su mayoría adherentes al régimen de sinceramiento fiscal, se sumaron a este nuevo instrumento que invertirá en desarrollos inmobiliarios residenciales en todo el país.
Darío López, socio de Arquitectonika, afirma que durante 2016 los adherentes a los fideicomisos invirtieron $78 millones y proyectan para 2017 “una cifra similar. Se nota el regreso de los inversores en pequeñas unidades de gran rentabilidad y rápida realización en lugares bien ubicados, con buenos proyectos y respaldo tanto del desarrollador como de los profesionales actuantes. Siguen privilegiando el modelo del fideicomiso al costo”.
Pablo Manes, director de Advisory y transacciones de la compañía de servicios inmobiliarios CBRE, señala que el segmento corporativo muestra varias oportunidades. “Hoy tenemos una vacancia baja, del 6 o 7%. Hay mucha demanda y no hubo construcciones importantes en los últimos años. No estamos viendo más inversiones todavía; para esta altura hubiese esperado más proyectos. Todavía hay mucha expectativa respecto de lo que va a pasar. Nos falta inversión para que esto crezca”.
Según Manes, “el que puede llegar a crecer un poco es el segmento industrial, que este año estuvo mas caído y el año que viene va a mejorar. No creo que haya muchos cambios en retail u oficinas corporativas. No parece que en este segmento el efecto del blanqueo sea realmente importante. Los fondos cerrados aún no están teniendo impacto en el mercado corporativo”.
Para Alejandro Gawianski, fundador y CEO de la desarrolladora inmobiliaria HIT, 2016 fue un año de transición. “Somos optimistas con respecto a la actividad en 2017. Encontramos que el mercado de oficinas sigue demandado y con baja vacancia, y allí invertiremos. La obra pública dinamizará también el sector. Para viviendas habrá que esperar el crédito hipotecario para poder acceder a financiación de largo plazo. Hay interés del sector financiero en colocar créditos, pero para que estos sean aceptados, se debe poder tener previsibilidad de largo plazo e inflación por debajo de un digito anual. Con el blanqueo hay más disponibilidad de flujos disponibles para realizar buenas inversiones, tenemos muchas consultas orientadas a activos con renta. Creemos que el sector va a crecer significativamente con respecto al 2016, por encima del 30%”.
Respecto de la actividad de la construcción, tras la caída del 13,5% de este año, la expectativa para 2017 es que llegue el repunte. Un estudio del Grupo Construya reveló que el 57% de los encuestados cree que mejorará la actividad en los próximos 12 meses y el 23% consideró que se mantendrá igual. Casi la mitad de los consultados consideró que el blanqueo de capitales va a tener un impacto positivo en el sector (49%). Para el 7%, el efecto del blanqueo será muy positivo.
Fuente: Clarín
Link: http://www.ieco.clarin.com/economia/mercado-inmobiliario-prende-vela-blanqueo_0_SyfJGpYEg.html
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