La expectativa por el cambio inminente de Gobierno parece generar repercusiones, mayormente optimistas en el sector inmobiliario. Esto quedó en evidencia días atrás en una mesa redonda que tuvo lugar en el Consejo Profesional de Arquitectura y Urbanismo (CPAU). La reunión comenzó con un pedido de levantar la mano a los presentes que tuvieran expectativas positivas: el voto fue unánime. De todas formas, también se hicieron escuchar reclamos de larga data hacia las autoridades porteñas; a los mismos que dentro de pocos días asumirán el mando del Gobierno nacional.
Quizás, el más entusiasta fue José Rozados, de Reporte Inmobiliario, al afirmar que los cuadros técnicos del PRO nucleados en la Fundación Pensar “están bien al tanto de la problemática del sector y en sintonía con lo que el sector viene proponiendo desde hace años", e ironizó que, por lo tanto, "no va a hacer falta llevarles una carpeta para explicarles todo desde cero”.
En tanto, la arquitecta María Hojman, socia del Estudio Aisenson, se mostró optimista por el hecho de que, una misma fuerza política vaya a gobernar la Nación, la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires. Auguró que esto va a redundar en que sea más fácil habilitar zonas nuevas con planificación para poder desarrollar. "Porque lotes hay por todos lados, lo que falta son políticas globales para segurar que no se inunden, por ejemplo, y resolver la forma de llegar con infraestructura y medios de transporte públicos”, agregó.
A su turno, Carlos Savransky, de Newlink Real Estate, auguró un periodo “de vacas un poco más gordas”, aunque se cuidó de incurrir en un optimismo desmesurado, y apeló a la capacidad de los emprendedores de capear las adversidades como único reaseguro: “Estos últimos años nos enseñaron a profesionalizarnos, a ser más competitivos, a tomar decisiones basadas en información, z trabajar con gente capacitada y a gestionar mejor todo el proceso. Sin eso, ningún éxito está asegurado”.
Hubo coincidencia en elogiar al plan Procrear, del que se dijo que provee la tercera parte de lo que se construye en el país. Pero se objetó el bajo monto de sus créditos, que quedaron desactualizados en relación a la inflación, y se planteó la necesidad de que su financiación provenga de recursos genuinos, y no sólo de la ANSeS. Por sobre todo, entre todos los disertantes hubo unanimidad en un concepto: “Ahora por lo menos vamos a tener con quien dialogar”.
Fuente: Clarín
Link: http://arq.clarin.com/inmobiliario/Expectativas-sector-inmobiliario-cambio-gobierno_0_1478852585.html
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