
En los últimos tiempos en las urbes más importantes del continente el cuidado de los inmuebles históricos se convirtió en una práctica cada vez más habitual para los arquitectos y desarrolladores, pero este fenómeno encuentra más de una corriente de cultores, en nuestro país este fenómeno comenzó a escribir sus primeros capítulos y la ciudad de Buenos Aires es uno de los lugares que más casos reúne.