martes, 13 de octubre de 2015

Casco Histórico: Los edificios mejor restaurados

Las tareas de recuperación y puesta en valor de las obras que fueron distinguidas con el Premio a la Mejor Intervención en el área del Casco Histórico de Buenos Aires.


La tercera edición del Premio a la Mejor intervención en el Casco Histórico, organizado por laSCA y la Dirección del Casco Histórico de la Ciudad, reconoció a siete obras en las categorías Recuperación y Puesta en valor, Obra Nueva/Ampliación, y Diseño/Ambientación. Al respecto, Estefanía Airaldi, coordinadora del área de Planificación de la DGCH, explica que “se consideró el respeto y cuidado en las intervenciones y el aporte a la mejora de la calidad ambiental de los espacios públicos”. A continuación, el detalle de los primeros premios.

Recuperación y Puesta en Valor

Casi dos décadas demandó que el edificio de la Auditoría General de la Nación pasara del deterioro a convertirse en un espacio funcional en donde se leen las huellas de su historia. Donde hoy trabajan cientos de personas antes supo ser el Instituto Biológico Argentino, conocido como “Palacio Biol”, una obra del arquitecto italiano Atilio Locatti sobre avenida Rivadavia, a metros del Congreso. “El edificio tiene inspiración directa en la Torre dei Mori o Torre dell’Orologio de la Plaza San Marcos de Venecia y despliega una versión ecléctica del neorrenacimiento italiano”, señala el arquitecto Pablo Martínez, artífice de la recuperación y responsable de la investigación histórica.

La gran virtud del trabajo fue el modo en que fue organizado. “Lo primero que hicimos fue analizarlo bien y determinar para qué daba el edificio”, agrega Martínez. Así fue como se establecieron cuatro grados de intervención: 1) Valor patrimonial alto 2) Valor patrimonial medio 3) Valor patrimonial básico 4) Valor patrimonial escaso. En función de esto, se aplicó un criterio de selectividad que designó zonas a restaurar, reciclar y renovar. Un equipo formado por profesionales de la Dirección Nacional de Arquitectura, el Istituto Centrale per il Restauro di Roma e instituciones privadas trabajaron en coordinación con Martínez tanto en la restauración como en la renovación, que comprendió la planta libre para oficinas, una nueva batería de baños, ascensores y la actualización tecnológica. La restauración se centró en la fachada, planta baja, primer piso, escalera y el hall del Salón de Actos del segundo piso. En este nivel, el patio central al frente se recicló, mientras que el patio central al fondo fue renovado. En lasfachadas se evidenciaban diversas patologías, como suciedad generalizada, microfisuras, algunos desprendimientos y faltantes menores en los balaustres. La decisión fue limpiar la fachada con hidrolavado a baja presión y vapor y quitar las construcciones clandestinas que se habían adosado al reloj en el décimo piso. Además, se libraron las placas de mármol que recubrían el nombre del edificio, se repusieron las barandas originales en la parte superior de la fachada y se preservaron los querubines que abrazan el balcón del primer nivel.

“Es destacable la calidad en el diseño y la lograda articulación entre el lenguaje contemporáneo y el original”, señaló el jurado en el fallo que reconoció el trabajo en el edificio de la esquina de Defensa 599, donde funciona la señal de televisión Turner Internacional. A cargo del arquitecto Edgardo Minond, la intervención se centró en el segundo nivel del edificio, en donde se debían generar espacios de trabajo agradables, con buena ventilación y acceso de luz natural. Este objetivo se cumplió con la redistribución de oficinas alrededor de un espacio vacío central de doble altura coronado por una cúpula existente que ilumina cenitalmente el espacio. Además, con esta decisión se liberó todo el perímetro exterior del edificio para ser destinado al uso comunitario.

Minond planteó una plaza seca, calles de circulación y divisiones entre espacios públicos y privados, como una ciudad. Y con ello transformó la segunda planta en oficinas diseñadas a escala urbana en donde se destacan las salas cerradas de piel de vidrio color rojo: una innovación que da sensación de autonomía y contemporaneidad. Para el autor, “la dificultad de no poder tocar la estructura original del edificio fue positivo para el planteo inicial del proyecto, porque permitió que los interiores se planificaran como elementos sueltos dentro de la estructura de hormigón armado original”. Los volúmenes centrales y un nuevo entrepiso se resolvieron con una estructura de acero apoyada sobre la losa y las columnas existentes. Cada volumen quedó soportado por una serie de tubos estructurales rectangulares de acero separados 60 cm entre sí, que además tienen la función de recibir los paños vidriados. El entrepiso es de perfiles de acero tomado a la estructura existente con brocas de fijación químicas y colgado con tensores en los extremos. Las vigas de hormigón donde se sostienen los tensores se reforzaron con láminas de carbono y luego se revocaron nuevamente. El resultado fue más que una redistribución de lugares de trabajo, en tanto se pensaron espacios nuevos cuya vinculación con el área patrimonial fue primordial. En cuanto a esto último, la intervención se logró con el cuidado de no tocar los detalles originales, pero “con una clara diferenciación entre lo nuevo y lo existente”, detalla Minond, quien reconoce que el diálogo entre el pasado y el presente se pensó desde el inicio.

"Diseño-Ambientación"

“Uno de los Bares Notables de la ciudad de Buenos Aires y que figura en las guías turísticas de la ciudad, se perdía detrás de la humedad, las paredes descascaradas y el abandono”, recuerda la arquitecta Mariana Cardin, quien junto con Pablo Cardin y Hernán Díaz se hizo cargo de la recuperación de 36 Billares, un clásico de Avenida de Mayo al 1200. Su trabajo abarcó desde la recuperación del mobiliario hasta la reconstrucción de la identidad de este bar fundado en 1894, que funciona en la planta baja y el subsuelo de un edificio de estilo academicista francés. Las principales patologías eran las pérdidas de agua, los pisos emparchados y los arreglos de baja calidad.

En lo que respecta a su exterior, se liberó la fachada principal de los equipos de aire para exhibir los vitrales originales y se recuperó la que da a Rivadavia, antes bloqueada, para generar un acceso adicional. En el subsuelo, se restauraron las 11 mesas de billar de más de 120 años, se recuperaron los revestimientos de madera de las paredes y los mármoles de Carrara de la barra. Las arañas de bronce se desarmaron para ser pulidas, laqueadas y recableadas a nuevo. Para dotar de ventilación al sótano y a la panta baja, se liberó un patio de aire y luz que había sido ocupado por una construcción informal. En su lugar, se incluyó una fuente de agua y bancos de plaza realizados en piedra París.

Fuente: Clarín 

Link: http://arq.clarin.com/patrimonio/Casco-Historico-edificios-mejor-restaurados_0_1444655898.html

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martes, 13 de octubre de 2015

Casco Histórico: Los edificios mejor restaurados

Las tareas de recuperación y puesta en valor de las obras que fueron distinguidas con el Premio a la Mejor Intervención en el área del Casco Histórico de Buenos Aires.


La tercera edición del Premio a la Mejor intervención en el Casco Histórico, organizado por laSCA y la Dirección del Casco Histórico de la Ciudad, reconoció a siete obras en las categorías Recuperación y Puesta en valor, Obra Nueva/Ampliación, y Diseño/Ambientación. Al respecto, Estefanía Airaldi, coordinadora del área de Planificación de la DGCH, explica que “se consideró el respeto y cuidado en las intervenciones y el aporte a la mejora de la calidad ambiental de los espacios públicos”. A continuación, el detalle de los primeros premios.

Recuperación y Puesta en Valor

Casi dos décadas demandó que el edificio de la Auditoría General de la Nación pasara del deterioro a convertirse en un espacio funcional en donde se leen las huellas de su historia. Donde hoy trabajan cientos de personas antes supo ser el Instituto Biológico Argentino, conocido como “Palacio Biol”, una obra del arquitecto italiano Atilio Locatti sobre avenida Rivadavia, a metros del Congreso. “El edificio tiene inspiración directa en la Torre dei Mori o Torre dell’Orologio de la Plaza San Marcos de Venecia y despliega una versión ecléctica del neorrenacimiento italiano”, señala el arquitecto Pablo Martínez, artífice de la recuperación y responsable de la investigación histórica.

La gran virtud del trabajo fue el modo en que fue organizado. “Lo primero que hicimos fue analizarlo bien y determinar para qué daba el edificio”, agrega Martínez. Así fue como se establecieron cuatro grados de intervención: 1) Valor patrimonial alto 2) Valor patrimonial medio 3) Valor patrimonial básico 4) Valor patrimonial escaso. En función de esto, se aplicó un criterio de selectividad que designó zonas a restaurar, reciclar y renovar. Un equipo formado por profesionales de la Dirección Nacional de Arquitectura, el Istituto Centrale per il Restauro di Roma e instituciones privadas trabajaron en coordinación con Martínez tanto en la restauración como en la renovación, que comprendió la planta libre para oficinas, una nueva batería de baños, ascensores y la actualización tecnológica. La restauración se centró en la fachada, planta baja, primer piso, escalera y el hall del Salón de Actos del segundo piso. En este nivel, el patio central al frente se recicló, mientras que el patio central al fondo fue renovado. En lasfachadas se evidenciaban diversas patologías, como suciedad generalizada, microfisuras, algunos desprendimientos y faltantes menores en los balaustres. La decisión fue limpiar la fachada con hidrolavado a baja presión y vapor y quitar las construcciones clandestinas que se habían adosado al reloj en el décimo piso. Además, se libraron las placas de mármol que recubrían el nombre del edificio, se repusieron las barandas originales en la parte superior de la fachada y se preservaron los querubines que abrazan el balcón del primer nivel.

“Es destacable la calidad en el diseño y la lograda articulación entre el lenguaje contemporáneo y el original”, señaló el jurado en el fallo que reconoció el trabajo en el edificio de la esquina de Defensa 599, donde funciona la señal de televisión Turner Internacional. A cargo del arquitecto Edgardo Minond, la intervención se centró en el segundo nivel del edificio, en donde se debían generar espacios de trabajo agradables, con buena ventilación y acceso de luz natural. Este objetivo se cumplió con la redistribución de oficinas alrededor de un espacio vacío central de doble altura coronado por una cúpula existente que ilumina cenitalmente el espacio. Además, con esta decisión se liberó todo el perímetro exterior del edificio para ser destinado al uso comunitario.

Minond planteó una plaza seca, calles de circulación y divisiones entre espacios públicos y privados, como una ciudad. Y con ello transformó la segunda planta en oficinas diseñadas a escala urbana en donde se destacan las salas cerradas de piel de vidrio color rojo: una innovación que da sensación de autonomía y contemporaneidad. Para el autor, “la dificultad de no poder tocar la estructura original del edificio fue positivo para el planteo inicial del proyecto, porque permitió que los interiores se planificaran como elementos sueltos dentro de la estructura de hormigón armado original”. Los volúmenes centrales y un nuevo entrepiso se resolvieron con una estructura de acero apoyada sobre la losa y las columnas existentes. Cada volumen quedó soportado por una serie de tubos estructurales rectangulares de acero separados 60 cm entre sí, que además tienen la función de recibir los paños vidriados. El entrepiso es de perfiles de acero tomado a la estructura existente con brocas de fijación químicas y colgado con tensores en los extremos. Las vigas de hormigón donde se sostienen los tensores se reforzaron con láminas de carbono y luego se revocaron nuevamente. El resultado fue más que una redistribución de lugares de trabajo, en tanto se pensaron espacios nuevos cuya vinculación con el área patrimonial fue primordial. En cuanto a esto último, la intervención se logró con el cuidado de no tocar los detalles originales, pero “con una clara diferenciación entre lo nuevo y lo existente”, detalla Minond, quien reconoce que el diálogo entre el pasado y el presente se pensó desde el inicio.

"Diseño-Ambientación"

“Uno de los Bares Notables de la ciudad de Buenos Aires y que figura en las guías turísticas de la ciudad, se perdía detrás de la humedad, las paredes descascaradas y el abandono”, recuerda la arquitecta Mariana Cardin, quien junto con Pablo Cardin y Hernán Díaz se hizo cargo de la recuperación de 36 Billares, un clásico de Avenida de Mayo al 1200. Su trabajo abarcó desde la recuperación del mobiliario hasta la reconstrucción de la identidad de este bar fundado en 1894, que funciona en la planta baja y el subsuelo de un edificio de estilo academicista francés. Las principales patologías eran las pérdidas de agua, los pisos emparchados y los arreglos de baja calidad.

En lo que respecta a su exterior, se liberó la fachada principal de los equipos de aire para exhibir los vitrales originales y se recuperó la que da a Rivadavia, antes bloqueada, para generar un acceso adicional. En el subsuelo, se restauraron las 11 mesas de billar de más de 120 años, se recuperaron los revestimientos de madera de las paredes y los mármoles de Carrara de la barra. Las arañas de bronce se desarmaron para ser pulidas, laqueadas y recableadas a nuevo. Para dotar de ventilación al sótano y a la panta baja, se liberó un patio de aire y luz que había sido ocupado por una construcción informal. En su lugar, se incluyó una fuente de agua y bancos de plaza realizados en piedra París.

Fuente: Clarín 

Link: http://arq.clarin.com/patrimonio/Casco-Historico-edificios-mejor-restaurados_0_1444655898.html

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